La deshidratación de las personas mayores es un problema grave y muy habitual, debido principalmente a la disminución de sensación de sed, que empeora en los meses de más calor. De hecho, cuando los mayores sienten sed es síntoma de que la deshidratación ya ha comenzado.
La Fundación Edad&Vida recuerda que los mayores deben ingerir al menos seis vasos de líquido al día, aunque no tengan sed, para mantenerse hidratados, así como consumir alimentos con alto contenido en agua (frutas y verduras) con el fin de evitar un elevado porcentaje de casos de deshidratación.
Se trata de un problema grave que se produce principalmente por la disminución de la sensación de sed por las dificultades de movilidad o por la presencia de otras enfermedades que pueden hacer que las personas mayores beban menos de lo necesario.
Y aunque es bastante habitual en cualquier época del año, en estas fechas de altas temperaturas se hace aún más necesario prevenir, aseguran. Los síntomas principales de deshidratación son:
En casos más graves puede llegar: