Debido a que el conducto auditivo externo del oído, cuya longitud es de unos 25 mm, está cubierto por una piel muy similar a la de la cara, especialmente en los dos tercios externos, que incluyen glándulas secretoras, las que segregan una sustancia blanda, amarillenta muy similar a la cera llamada cerumen.
Éste se encuentra compuesto por grasas, proteínas y sales inorgánicas, como el carbonato sódico y el fosfato de cal, disueltas en agua.
La función de esta sustancia es lubrificar el conducto auditivo, conservar la humedad de la membrana que lo reviste, impedir que se introduzca en el interior del oído el polvo atmosférico y, debido a su acidez, evitar que se alojen en él Insectos y parásitos diversos.
El conducto auditivo cuenta con un mecanismo natural para la eliminación del cerumen: normalmente éste se desliza de forma lenta hacia el exterior, Impulsado por los movimientos de la masticación, y, una vez fuera, desaparece con los sucesivos lavados de las orejas.
Sin embargo, en algunas personas, esta eliminación regular no se lleva a cabo, de modo que el cerumen se acumula dentro del conducto auditivo y forma un tapón (cerumen impactado) capaz de obstruirlo,
Hay signos que indican la existencia de un tapón de cerumen como los siguientes:
Reducción de la agudeza de oído en mayor o menor grado
Molesta sensación de plenitud en el oído
Resonancia desagradable de la voz y zumbidos;
Embotamiento, mareo o vértigo intenso.
Esta producción masiva puede tener causas como;
Infecciones del conducto
Agentes irritantes externos
Glándulas productoras de cerumen muy activas
Conductos auditivos muy estrechos
Cerumen anormalmente blando y se estanca con facilidad.
De no tratarse este proceso, además de perderse audición pueden favorecer la aparición de la otitis (infecciones del oído) y el vértigo.
El cerumen y el vértigo están relacionados por el hecho que cuando el tapón de cerumen es muy grueso ejerce una presión sobre la membrana del tímpano, que separa el oído externo del medio. La presión se transmite después al oído interno, y así a las estructuras que regulan el equilibrio corporal, las cuales se hallan situadas en esta parte del oído. El estímulo de tales estructuras puede dar lugar a una sensación de Inestabilidad o vértigo.
Remedios populares
Remedio para quitar el cerumen o cera del oído #1: Sacar el centro de una cebolla picándolo, luego introducirlo todo en una gasa y exprimir después sobre una cuchara. Aplicar varias gotas sobre el oído. Este remedio reblandece la cera lo que facilita su salida del conducto auditivo.
Remedio para quitar el cerumen o cera del oído #2: Mezclar 1 cucharada de aceite de oliva con otra de bicarbonato de sodio y colocar unas gotas sobre el oído lo cual ayuda a liberar el cerumen.
Remedio para quitar el cerumen o cera del oído #3: Aplicar sobre el conducto auditivo externo en forma de chorro (no muy intenso) de agua temperada con la ayuda de una pera.
Remedio para quitar el cerumen o cera del oído #4: Macerar un puñado de flores de manzanilla en aceite de oliva por 3 días, Pasado ese tempo, aplicar tres gotas en cada oído de la preparación obtenida.
Remedio para quitar el cerumen o cera del oído #5: Calentar, a la temperatura del cuerpo, un poco de aceite para bebé y después aplicar unas cuantas gotas en el oído. Para ello, se debe inclinar la cabeza hacia un lado, poner las gotas y frotar la oreja; después inclinar hacia adelante para que las gotas salgan. Éstas seguramente arrastrarán el exceso de cerumen."
Remedio para quitar el cerumen o cera del oído #6: Pararse abajo de la ducha y dejar que el agua caliente fluya suavemente al interior de la oreja.
Remedio para quitar el cerumen o cera del oído #7: Colocar un par de gotas de agua oxigenada en cada oido,
Recomendaciones
No intentar sacar la cera forzándola con bastoncillos de algodón u objetos puntiagudos, ya que corre el riesgo de introducirla hacia dentro e, incluso, dañar el tímpano.
Mantener una constante higiene del conducto auditivo externo, Cuando no se limpia el exceso de cerumen, éste se acumulará, endurecerá y tapará los oídos, con la consecuente pérdida de la capacidad auditiva. Para limpiar el exceso de esa materia en forma fácil y segura, se recomienda usar una toallita ligeramente humedecida, no empapada, para tallar con suavidad la parte exterior del oído, sin introducirla en el canal auditivo.
Acentuar la higiene tras el uso de la piscina y cualquier otra actividad física.
No introducir líquido alguno en el oído si existe perforación de tímpano
Acudir al médico, si se pierde de repente y de forma total, la capacidad auditiva en un oído, para que se pueda determinar si se debe a cerumen solidificado o alguna otra causa..