Entre los grandes beneficios para la salud de la semillas de calabaza, las mismas sirven para una buena función de las glándulas tiroids y regular la presión sanguínea.
Las semillas de calabaza son una excelente fuente de vitaminas y minerales y poseen saludables grasas poliinsaturadas.
Adeemás contienen fitoesteroles benéficos para reducir el colesterol y las probabilidades de desarrollar ciertos tipos de cáncer.
Algunos de los compuestos de las semillas de calabaza ayudan a estabilizar los estados de ánimo.
La evidencia más antigua del cultivo de la calabaza se ha encontrado en México y data de entre 7500 y 9000 años atrás. Se cree que las primeras calabazas eran de la variedad alargada, con una forma similar a la de las peras y no las características calabazas de color naranja y redondas, muy comunes hoy en día.
Su nombre científico es Curcubita y se considera una fruta, no una verdura, perteneciente a la misma familia de los melones y los pepinos. Actualmente la calabaza se cosecha en todas partes del mundo, excepto en la antártica, y los tamaños hasta los que puede crecer este fruto son impresionantes. La calabaza más grande de la historia se dio a conocer en el año 2007 en una feria en Massachusetts y pesaba 766 kg.
Las semillas de la calabaza se encuentran en el interior de la fruta y suelen ser de un color amarillo pálido con una forma aplanada. Comúnmente se consumen tostadas y se les conoce como “pepitas”, las cuales son una botana muy típica en México y han formado parte de la cocina de ese país desde los tiempos del imperio azteca. Sin embargo, las pepitas se producen en países tan distintos como China, India y los Estados Unidos.
Para qué sirven las semillas de calabaza
Las semillas de calabaza son una buena fuente de una diversidad de nutrientes como minerales, proteínas y grasas saludables. Su contenido de nutrimentos y los beneficios que éstos proporcionan hacen de las semillas de calabaza excelentes elementos para una dieta indicada para mantener una excelente salud.