EFE. Reportajes. Poner, quitar y rejuvenecer son las palabras más utilizadas en las consultas de las clínicas de estética. Según el cirujano Jesús Benito, de Antiaging Group Barcelona, los implantes mamarios siguen siendo las intervenciones más demandadas.
La técnica más novedosa es la lipotransferencia, que consiste en extraer la grasa de donde sobra y reimplantarla en el pecho, pero solo el médico tiene la última palabra para implantar una prótesis.
El paso del tiempo va haciendo estragos en la piel. Y concretamente en el rostro es donde hace más mella. A pesar de los cuidados, la dermis inevitablemente envejece, aunque gracias a la medicina estética ese proceso se puede ralentizar.
Desde, aquellos primeros “lifting”, los protocolos han evolucionado mucho. En el mercado existe una espléndida carta de tratamientos rejuvenecedores que van desde los implantes capilares hasta una bioplastia para mejorar la morfologia de los hombros pasando por la cirugía estética genital.
Tras los senos, la mayoría de las mujeres desean mejorar el abdomen, las nalgas, la papada y los muslos. Estas zonas se mejoran quitando o restando grasa hasta esculpir la perfección. Así se consigue un abdomen liso, unas nalgas redondeadas y respingonas o unos muslos tersos, sin celulitis. Otra intervención que se demanda es la blefaroplastía, técnica que elimina las bolsas oculares y la flacidez del párpado superior.
Más íntima resulta la cirugía genital. Según el doctor Vila-Rovira, muchas recurren a ella para solucionar problemas sexuales.