En situaciones de nerviosismo a todos nos pueden sudar las manos, pero cuando esto se convierte en algo habitual hay que consultar al médico, porque podemos encontrarnos ante un caso de hiperhidrosis palmar.
Hay diversos tratamientos disponibles con más o menos éxito, de los que la cirugía es el que más opciones está teniendo en los últimos años. Según los datos disponibles, casi el 80 % de las personas con hiperhidrosis palmar que se someten a una operación para terminar con este problema se curan.
Manos sudorosasExisten otras opciones para los que, por diferentes motivos, no se pueden operar. La que está cobrando más fuerza es la radiofrecuencia, que consiste en aplicar una corriente eléctrica de alta frecuencia a través de un electrodo que se coloca en los ganglios simpáticos para evitar el exceso de sudoración. Mediante calor se interrumpen los impulsos nerviosos que son los que producen el problema.
A veces el exceso de sudoración se une al rubor facial. Con una aguja que está conectada al equipo que emite ondas de alta frecuencia se hacen punciones en diferentes localizaciones de la espalda. Mediante las ondas que pasan a través de esta aguja, se llega a los ganglios que hacen que se sude en exceso.
Antes se eliminaban llegando hasta ellos de forma percutánea, lo que pasa es que si se hace esto hay que anestesiar al paciente. Con la radiofrecuencia se obtienen los mismos resultados pero con menos agresividad.
Además, es una operación que no requiere ingreso, se puede hacer de forma ambulatoria. Al no necesitar anestesia, sí sedación, el paciente en una hora está listo para que su médico acabe con una de sus mayores pesadillas.
