Los 10 tés más curativos

Infusiones fantásticas


Nuestras abuelas tenían un té para cada dolencia. Las décadas pasan y la ciencia avanza, pero la sabiduría popular persiste y se transmite, y eso ha motivado el estudio de las virtudes de muchas hierbas. Conoce las “nanas” que puedes curar con cada una y hazle un lugar en la alacena.

1. Té verde: detiene el tiempo

Es el verdadero rey de las infusiones. Por empezar, esta maravilla verde puede retrasar el envejecimiento. Un estudio reciente del Hospital Universitario de Basilea en Suiza, encontró que el té verde no sólo es bueno para el cuerpo, sino también para la mente, ya que impulsa el poder del cerebro, previene el Alzheimer y además mejora la memoria.

Infinitas virtudes


Una taza de café en las mañanas bien podría ser reemplazada por una de té verde. Se ha comprobado que ayuda a quemar grasas, a bajar el colesterol, a prevenir el cáncer de seno y de próstata, a controlar la hipertensión y las caries y por si fuera poco, aporta vitalidad y disminuye el riesgo de sufrir un ACV.


2. Salvia: para la garganta


Es una hierba fuerte, áspera y seca, aunque con gran fragancia. Fue usada durante siglos como una especia en la cocina y como un remedio tradicional para la ronquera, la tos, y las bocas y gargantas doloridas. Fuente: Centro Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa.


Cicatrizante y digestiva


También se usa para combatir la inflamación, la indigestión, la sudoración excesiva, mejorar el estado de ánimo y fortalecer la memoria. En la antigüedad, se pensaba que podía prolongar la vida. Y en Grecia, utilizaban salvia para detener el sangrado de las heridas y limpiar llagas y úlceras.


3. Té negro: frena la diabetes


Beber por lo menos cuatro tazas de té al día reduce en un 20% el riesgo de padecer diabetes, así lo asegura una investigación realizada por la Universidad Heinrich- Heine, de Düsseldorf, en Alemania. Según el estudio, favorece la ingestión y la absorción de glucosa, y protege a las células del daño del paso del tiempo.


Pero aporta más beneficios…


El té negro o té común también ayuda a mantener la buena salud cardíaca, ya que contrarresta los efectos de la comida grasosa; además, baja el riesgo de padecer cáncer, reduce la presión arterial, previene el Alzheimer, fortalece los huesos y gracias a la cafeína que contiene, aumenta el rendimiento cognitivo.

4. Menta: cuida la digestión


Es una de las hierbas aromáticas más populares del mundo. El té se usa para aliviar la acidez, las nauseas, los vómitos, la digestión pesada y los dolores del tracto gastrointestinal, de los conductos biliares y del estómago, y también para curar la diarrea y bajar la inflamación.


También para los resfriados


Las hojas y el aceite de menta se emplean para hacer medicamentos. Es muy utilizada para aliviar el resfriado común, la tos, la inflamación de la boca y garganta, las infecciones de los senos nasales y respiratorios, según informa la Biblioteca Nacional de Medicina.
5. Manzanilla: antiinflamatoria


La manzanilla romana se utiliza en forma de té a base de sus hojas y flores, para diversos trastornos como la indigestión, náuseas, vómitos, la pérdida del apetito y los gases intestinales (flatulencias). Se prepara una infusión con agua hirviendo y una cucharada de flores u hojas secas, y es otro de los remedios caseros universales.


Para el hígado y la vesícula


A veces se mezcla la manzanilla con otras hierbas y se toma para combatir enfermedades del hígado y la vesícula, para atenuar molestias de los cálculos biliares, la acidez estomacal, la pérdida de apetito y el estreñimiento, según el Centro Nacional de Medicina complementaria y alternativa (NCCAM).

6. Tila: gran relajante


Es una infusión que se hace con las flores de algunas de las especies del tilo. Tiene propiedades antiespasmódicas y relajantes, muy efectivo para la digestión de personas nerviosas y para disminuir el estrés. Se consigue en las herboristerías, y se puede comprar suelta o en saquitos.


7. Jengibre: para malestar estomacal


Es una hierba que se puede usar fresca, seca y en polvo, o como jugo o aceite. Se emplea para el tratamiento de varios tipos de problemas estomacales, incluyendo los mareos inducidos por el movimiento, las náuseas, los cólicos, el malestar estomacal, la flatulencia y la diarrea.


Jengibre para los resfriados


Para aliviar este malestar, prepara esta infusión: pica una cucharada de jengibre fresco y agrégalo a una taza de agua hirviendo, añade miel y limón. El jengibre te ayudará a sentirte mejor por sus propiedades analgésicas, antipiréticas y antibacteriales, según un estudio publicado en Archives of Family Medicine.


8. Melisa: para dormir bien


También llamado toronjil, es una hierba con aroma a limón. Históricamente, se ha dicho que tiene efectos sedativos y tranquilizantes, que reduce la fiebre y es antibacterial, que es espasmolítica, hipotensiva y aumenta la memoria. Los datos de laboratorio sugieren que contiene altas dosis de antioxidantes. Fuente: Natural Standard.


9. Sauco: combate la gripe


Puede aliviar síntomas de la gripe como fiebre, fatiga, dolor de cabeza, dolor de garganta, tos y dolor generalizado, en menos tiempo del que toma curarse la gripe normalmente. Se necesita mayor investigación, según el sitio Natural Standard, pero el té de sauco es un remedio muy popular para sentirse mejor frente a la influenza.


10. Ginseng: anti-estrés y vigorizante


Se cree que el té con esta planta puede ayudar al cuerpo a amoldarse a situaciones estresantes. Se le atribuyen propiedades anticancerígenas, antioxidantes, afrodisíacas y vigorizantes. Un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México indica que el ginseng puede mejorar la calidad de vida en general.
 

Te podría interesar

Deja tu comentario

Populares