Tener una mascota ayuda a la salud física y emocional de sus dueños

Para muchas personas tener un animal en la familia es una de las elecciones más positivas de su vida.

Las investigaciones muestran que, ya sea a tiempo total o parcial, la relación con un perro o un felino puede aportar beneficios físicos y psicológicos a la salud global. Cuidar de un perro es bueno para la salud física y emocional.

Un experto de las Instituciones Médicas Johns Hopkins en Estados Unidos asegura que entre los humanos y el cuidado de un animal existe una conexión probada.  Según señalan desde las Instituciones Médicas Johns Hopkins adoptar una mascota podría parecer un acto altruista pero existen muchas razones egoístas para convertirse en el dueño de una.

La investigación ha mostrado que tener un mascota proporciona una variedad de beneficios para la salud, señala Jeremy Barron, director médico del Centro Beacham de Medicina Geriátrica de la Johns Hopkins.

"Si no estás listo para un amigo peludo a tiempo completo en tu casa puedes ofrecerte a pasear el perro de algún vecino, cuidar del gato de un amigo o donar tu tiempo a algún refugio de animales de tu localidad, incluso interacciones cortas proporcionan algunos de estos beneficios", apunta Barron.

El facultativo apunta desde la web de la institución médica estadounidense algunos de estos beneficios asociados a tener una mascota: Reduce el estrés La investigación ha mostrado que tan sólo con tener un perro, disminuye la hormona del estrés denominada cortisol. Mientras que la interacción social entre las personas y sus perros en realidad eleva los niveles de la hormona del bienestar denominada oxitocina, la misma hormona que une a las madres con sus hijos.

De hecho, un 84% de los pacientes con trastorno de estrés postraumático a los que se les ha proporcionado un perro adiestrado informaron de una reducción significativa en sus síntomas y un 40% fueron capaces de reducir sus medicamentos, según una encuesta reciente. Baja la presión sanguínea Los beneficios de la reducción del cortisol y el aumento de la oxitocina por tener una mascota también ayudan a mantener la presión sanguínea en niveles adecuados. "Tener y cuidar de una mascota permite apreciar la belleza de la naturaleza.

Es relajante y trascendental", explica Barron. Incrementa la actividad física Barron cuestiona cuántas personas desearían salir de casa al amanecer y realizar ejercicio bajo la lluvia o la nieve y su respuesta es clara: los que poseen perros no tienen elección, tienen que sacar a pasear a su mascotas. "De esta forma los animales les proporcionan una excusa diaria para realizar su dosis de ejercicio", apunta el especialista.

Fomenta la salud cardiaca

Según señala Barron, la Asociación Americana del Corazón hizo pública una investigación en la que se aseguraba que tener un perro como mascota es una forma de mantener controlada la enfermedad cardiovascular. Alivia la soledad y la depresión Un estudio de 2011 descubrió que quienes poseían una mascota tenían una mejor autoestima.

Otro estudio determinó que las mascotas proporcionaban un mejor apoyo social que los humanos para mitigar la depresión. "Cuidar de una mascota proporciona una finalidad al propietario", señala Barron.

Además, las mascotas son buenos catalizadores sociales para reunir a personas que comparten los mismos intereses por los animales. Ayuda en el ámbito clínico Más allá de la simple compañía, los perros han sido desde hace mucho maravillosos ayudantes para quienes no tienen vista o tienen algún tipo de problema de movilidad. Los perros incluso se han utilizado para ayudar a detectar trastornos desde las convulsiones al cáncer.

 

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