El verde es vida
De niño tu madre insistía en que te los comieras porque eran lo mejor para ti y hoy sabes que después de todo tenía razón: los alimentos verdes son lo más saludables para tu organismo. Conoce en esta fotogalería las bondades de estas hortalizas.
Un hallazgo sorprendente
Un estudio reciente descubrió que el consumo de verduras de hojas verdes ayuda a estimular la producción de células inmunes innatas, denominadas células linfoides, las cuales se encuentran en el revestimiento del sistema digestivo y son esenciales para la salud intestinal.
El Dr. Gabrielle Belz y la doctora Lucie Rankin, del Instituto Walter y Eliza Hall de Australia han descubierto que el gen T-bet es esencial para producir estas células inmunitarias que se encuentran en las verduras de hojas verdes que todos conocemos y que te presentamos a continuación.
1: Brócoli, el terror de los niños
Aunque a los pequeños les cuesta trabajo comerlos, esta verdura, es alta en vitamina C, así como en fibra dietética. Sus múltiples nutrientes como diindolylmethane y pequeñas cantidades de selenio son eficaces para combatir varias enfermedades, desde problemas respiratorios hasta cánceres.
Eficaz contra la EPOC
De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud (NIH) la enfermedad pulmonar obstructiva crónica es la tercera causa de muerte en todo el país; sin embargo, estudios recientes han revelado que el consumo de este vegetal ayuda a la disminución de la inflamación pulmonar y de la carga bacteriana.
2: Repollo, ideal para ensaladas
Conocida también como col, esta hortaliza pertenece a la familia de las brasicáceas. Aunque existe una gran variedad de repollos, todos son ricos en vitamina C, A, calcio y además tienen un alto contenido de fibra que hacen bien al organismo.
Podrían curar el cáncer de colon
En 2011, investigadores australianos examinaron las dietas de 918 pacientes de cáncer colorrectal y de 1,021 personas sin antecedentes de la enfermedad, y hallaron que el consumo de ciertas verduras, como el brócoli o el repollo, se asocian con un menor riesgo de cáncer de colon.
3: El berro, la hierba milagrosa
Esta planta originaria del este del Mediterráneo activa las enzimas del cuerpo, así como fenetil isosiocianato, un compuesto alimenticio presente en los vegetales crucíferos con propiedades anticancerígenas. Puedes prepararlo en una riquísima ensalada o en un aderezo.
Esta planta ha sido empleada para tratar problemas como acné, alopecia (pérdida del cabello), como antihelmíntico (expulsión de lombrices), antibiótico, antiinflamatorio, antimicrobiano, antimicótico, estimulante del apetito, regeneración celular y como quimioprotector.
4: Hoja de mostaza
Esta planta tiene altas cualidades nutritivas además de un excelente valor dietético debido a su bajo contenido calórico, así como un alto y complejo contenido vitamínico (A y C). Varios especialistas aseguran que es un estupendo diurético.
5: Hojas de nabo
Los grelos y las nabizas son las hojas de los nabos que salen antes de la floración. Ambas tienen, incluso, más vitaminas que los nabos en sí como C, B6, B3, B1 y B2, además de minerales, como potasio, calcio, fósforo y yodo.
Estas hojas son empleadas como diurético, es ideal para la glándula tiroides ya que regula el metabolismo. Además contribuye a aumentar las defensas del sistema inmunológico y es ideal para el tránsito intestinal.
6: El perejil no es una simple planta
Esta humilde hierba que principalmente se usa para darle sabor a las comidas o aderezos, también es toda una fuente de nutrientes. Contiene grandes cantidades de acido fólico, vitaminas B y aceites esenciales, además de vitaminas A y K.
Protege a tu corazón
Tiene un contenido más alto que cualquier otro vegetal en bistidina y aminoácidos que inhiben el desarrollo de tumores. Además, es una excelente fuente de potasio. También con ayuda del ácido fólico, puede prevenir enfermedades cardiovasculares y osteoporosis.
7: Espinaca, fuente de nutrientes
Estas hojas comestibles te ayudarán a mantener la agudeza mental, así como también a reducir el riesgo de cáncer del hígado, ovarios, colon y de próstata ya que aportan una gran cantidad de vitaminas y minerales.
Tan fuerte como Popeye
Una investigación publicada en Cell Metabolism señala que la espinaca puede estimular la capacidad muscular. Esto se debe a que los investigadores del Instituto Karolinska hallaron que en los nitratos es donde reside las propiedades de la verdura para mejorar la eficiencia muscular.
8: Apio, en la lucha contra el cáncer
Cuenta con un alto contenido en fibra y agua, por lo que es excelente para las dietas. Ayuda a prevenir el cáncer, según estudios de la Universidad de Harvard. Además apoya la alcalinización de tu cuerpo y es un gran remedio para la acidez estomacal y la gastritis.
Para la buena digestión
Es un regulador del tránsito intestinal, en casos de estreñimiento actúa activando los movimientos naturales del intestino evitando gases, cólicos y fermentación. Si lo comes con cierta frecuencia lograrás regularizar todas las funciones del intestino.
9: Lechuga para la diabetes
Posee un alto componente diurético debido a sus altas dosis de potasio. Es por esto que es un alimento muy recomendable en dietas de adelgazamiento, obesidad, hipertensión. Además es muy útil en dietas destinadas a bajar el nivel de azúcar en sangre debido a sus cualidades depurativas.
¿Quieres verte más joven?
Es un alimento con altas dosis de calcio y fósforo que nos ayudan a tener unos huesos sanos y fuertes. Además es una gran fuente de oligoelementos no muy habituales, como es el selenio, un antioxidante natural que nos ayuda a evitar el envejecimiento prematuro y previene el cáncer de colon.
10: Una dieta con verdolagas
Entre sus propiedades cuenta con buenas cantidades de mucílagos, altas proporciones de ácidos grasos Omega 3, vitaminas, carotenos, magnesio, calcio, potasio y se cree que podrían llegar a tener pigmentos de fuerte capacidad antioxidante.
Curadora de heridas
Suele ser útil para tratar afecciones de la piel. Se pueden preparar infusiones concentradas con sus hojas y emplearlas para curar heridas, úlceras, eczemas. En cambio, si se usa una infusión para consumo interno, sirve para problemas hepáticos, digestivos, diurético o como estimulante.