La cebolla es su pariente más conocido, pero el cebollino o cebollín, a pesar de no ser tan popular, ha sido cultivado durante siglos, no sólo por su característico sabor picante (aunque más suave que la cebolla), sino por sus propiedades medicinales.
Las hojas suelen utilizarse frescas como condimento, aunque también pueden añadirse a los sándwiches con lechuga para realzar su sabor.
Uno de los factores positivos del cebollino es que es muy bajo en calorías y al mismo tiempo nos aporta un buen abanico de nutrientes beneficiosos como vitaminas, minerales y antioxidantes. Pero, ¿qué beneficios concretos puede aportarnos integrar el cebollino a nuestra dieta?
Cáncer: Ante todo, el cebollino es un buen aliado contra el cáncer, a nivel general. Sus efectos beneficiosos y preventivos son notables.
Cáncer de próstata: Diversos estudios ya han comprobado la certeza de la relación del cebollino con el cáncer de próstata. En todos ellos, descubrieron que los hombres que habían comido más cantidad de cebollinos tenían menos riesgo de desarrollar cáncer de próstata.
Cáncer de esófago y cáncer de estómago: La ingesta frecuente de todas las variantes de la familia de las aliáceas como la cebolla, el ajo o el cebollino, está inversamente relacionada con el riesgo de cáncer de esófago y el cáncer de estómago.
Sueño y estado de ánimo: El cebollino también supone una ayuda importante para el sueño, el movimiento muscular, el aprendizaje y la memoria. Ayuda a mantener la estructura de las membranas celulares y en la absorción de la grasa. Pero sus beneficios no acaban aquí: también es un aliado contra la depresión.
Fuente: Muy Interesante