Botox: ¿Aliado de la belleza o un riesgo para la salud?

APUNTE.COM.DO, SANTO DOMINGO, RD.- El botox, conocido científicamente como toxina botulínica tipo A, se ha consolidado como uno de los procedimientos estéticos más demandados en el mundo. En República Dominicana, cada vez más personas recurren a este tratamiento para eliminar arrugas, suavizar líneas de expresión y conseguir un rostro rejuvenecido.

Pero el fenómeno tiene dos caras: mientras especialistas lo defienden como un procedimiento seguro y con beneficios médicos comprobados, otros advierten de los riesgos cuando se aplica en exceso o en manos inexpertas.

Un mercado en crecimiento

El auge del botox no es exclusivo de nuestro país. En América Latina, el mercado de la toxina botulínica generó más de 1,300 millones de dólares en 2023 y se proyecta que casi duplique esa cifra para 2030, con un crecimiento anual cercano al 10 por ciento. Esto refleja la expansión de la medicina estética en la región, impulsada por una mayor conciencia de la imagen personal y el acceso a clínicas especializadas.

No solo estética

Aunque la mayoría de los pacientes buscan resultados cosméticos, el botox también tiene aplicaciones médicas reconocidas por la Organización Mundial de la Salud y la FDA. Se utiliza para tratar migrañas crónicas, bruxismo, hiperhidrosis (sudoración excesiva), estrabismo y espasmos musculares, ofreciendo alivio a pacientes que no respondieron a otras terapias.

Voces a favor y en contra

Para muchos, la experiencia con el botox ha sido positiva. “Me apliqué botox en la frente y alrededor de los ojos hace tres años y me siento muy bien. No se nota artificial y me quitó esa cara de cansancio que tenía”, relató Mariela Peña, ejecutiva de ventas de 42 años.

Sin embargo, no todos corren con la misma suerte. Juan Carlos Gómez, de 37 años, contó que buscó una oferta en redes sociales y se aplicó el procedimiento en un salón de belleza. “Terminé con un ojo caído durante más de dos meses. Fue traumático. Aprendí que no se puede jugar con la salud por ahorrarse unos pesos”, dijo.

Lo que dicen los médicos

Especialistas consultados recomiendan que quienes deseen aplicarse botox verifiquen siempre las credenciales del médico, confirmen que el centro cuente con autorización sanitaria y eviten ofertas engañosas. Además, recuerdan que no todos los organismos responden igual y que la frecuencia adecuada suele ser de cada 4 a 6 meses.

Estudios clínicos demuestran que, aplicado correctamente, el botox es seguro incluso a largo plazo, pero los riesgos aumentan en contextos informales. Los efectos secundarios más comunes incluyen inflamación, dolor local, moretones y, en casos mal ejecutados, asimetrías faciales.

Situación en República Dominicana

Hasta el momento no existen estadísticas oficiales públicas que indiquen cuántos procedimientos de botox se realizan cada año en el país. Sin embargo, el creciente número de clínicas estéticas y la promoción del tratamiento en redes sociales evidencian que la demanda está en aumento.

El desafío para las autoridades y los colegios médicos es garantizar que estos procedimientos se realicen bajo los más altos estándares de calidad, evitando que pacientes caigan en manos de personal no capacitado.

Conclusión

El botox puede ser un aliado poderoso para la estética y la salud, siempre que sea aplicado por profesionales certificados y con productos originales. Sin embargo, mal utilizado, puede convertirse en un verdadero enemigo.

En definitiva, como señalan los expertos: “No es el botox el problema, sino cómo, dónde y quién lo aplica”.

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