APUNTE.COM.DO, Santo Domingo, República Dominicana. – La sexualidad femenina continúa siendo objeto de estudios, debates y descubrimientos. Uno de los conceptos que más despierta curiosidad en los últimos años es el de la mujer multiorgásmica, es decir, aquella que puede experimentar varios orgasmos consecutivos durante un mismo encuentro sexual o sesión de autoestimulación.
Aunque durante mucho tiempo se pensó que se trataba de un mito, hoy la ciencia confirma que es una posibilidad real y natural en el cuerpo femenino.
Diferencias biológicas
El secreto está en la fisiología. Mientras que los hombres suelen atravesar un período refractario después del orgasmo –un lapso en el que la excitación baja y es necesario esperar para retomar la actividad–, las mujeres no siempre presentan este límite. Su cuerpo puede mantener la excitación tras el primer clímax, lo que permite que, con la estimulación adecuada, logren múltiples orgasmos en un corto intervalo de tiempo.
De acuerdo con investigaciones en sexología, entre un 15 % y un 30 % de las mujeres pueden experimentar la multiorgasmia de manera frecuente, aunque la cifra puede aumentar con la práctica, el autoconocimiento y una vida sexual libre de presiones.
Factores que lo facilitan
Expertos coinciden en que la multiorgasmia no depende únicamente de la biología, sino también de factores psicológicos y emocionales. Entre los más relevantes se encuentran:
Autoconocimiento: saber qué zonas y tipos de estimulación generan más placer, tanto en el clítoris como en el punto G y otras áreas erógenas.
Relajación y confianza: la ansiedad, el estrés o la falta de conexión emocional con la pareja pueden bloquear la respuesta sexual.
Comunicación sexual: expresar preferencias y límites sin temor favorece que la experiencia sea más satisfactoria.
Variedad en la estimulación: cambiar ritmos, intensidades y zonas permite prolongar el deseo y evitar la saturación.
Entre el mito y la realidad
El tema de la mujer multiorgásmica también está rodeado de creencias culturales y tabúes. Durante años, la sexualidad femenina fue invisibilizada o reducida a la reproducción, dejando de lado el placer como un derecho. Esta falta de información generó la idea de que el orgasmo femenino era algo complejo, difícil o incluso inexistente en muchas.
Sin embargo, los avances en investigación han demostrado que el orgasmo femenino puede ser tan variado como diverso es el universo de las mujeres. No todas lo experimentan de la misma manera: algunas tienen un solo orgasmo muy intenso, otras varios más suaves y otras combinaciones que incluyen orgasmos clitorianos, vaginales o mixtos.
Una capacidad, no una obligación
Especialistas en salud sexual insisten en que ser multiorgásmica no es un requisito para una vida sexual plena. Cada mujer experimenta el placer de manera diferente, y la presión por alcanzar un estándar puede generar frustración en lugar de disfrute.
“La multiorgasmia debe entenderse como una capacidad posible, no como una obligación. El objetivo de la sexualidad no es contar orgasmos, sino vivir el encuentro desde el placer, la intimidad y el respeto”, explican terapeutas consultados.
El reto de la educación sexual
La falta de información sigue siendo uno de los principales obstáculos. En sociedades donde hablar de sexualidad aún provoca incomodidad, muchas mujeres desconocen las posibilidades de su propio cuerpo. Los expertos coinciden en que una educación sexual integral, basada en la ciencia y libre de prejuicios, es clave para que más mujeres puedan explorar sin culpa ni miedo su placer.
Reflexión final
La mujer multiorgásmica representa, en definitiva, un recordatorio de la riqueza de la sexualidad femenina. Es una manifestación natural que, lejos de convertirse en meta, debe asumirse como parte de la diversidad de experiencias posibles.
Lo esencial, insisten los especialistas, no es la cantidad de orgasmos, sino la calidad del disfrute,