Muchas veces, cuando hablamos del intestino, pensamos en él como en un órgano único que cumple una sola función. Es interesante conocer que esta parte indispensable de nuestro organismo está formada por dos partes, en las cuales el intestino delgado (de 7 metros de longitud) cumple unas características especiales que debemos tener en cuenta. ¿Te gustaría saber más?
El intestino delgado tiene como principal función el asimilar y absorber nutrientes. Cuando el alimento llega a esta zona del cuerpo, es una masa básica de la cual absorber todo lo que es esencial para nosotros. El resto, pasará al intestino grueso como material a expulsar. ¿Cómo podemos cuidar de él? ¿Cuáles son las principales enfermedades asociadas al intestino delgado? Veámoslo a continuación.
Lo notamos sobre todo en las heces, aparecen más oscuras y con pequeños restos de sangre. Las causas pueden ser muy variadas, desde algún problema en los vasos sanguíneos que revisten las paredes del intestino delgado, varices, la enfermedad e Crohn, alguna fisura o infección, o incluso diverticulosis. Ante el más mínimo síntoma de sangre en tus heces, acude al médico.
La enfermedad de Crohn tiene aún un origen desconocido, pero sucede cuando nuestro propio sistema inmunológico ataca al intestino. Es una realidad grave y dolorosa donde aparecen infecciones, inflamaciones…
Se sucede también cuando nuestro sistema inmune se ve debilitado y deja de protegernos. Las bacterias y las toxinas se acumulan en el intestino y empezamos a sentir dolor, además de fiebre
La obstrucción del intestino delgado puede darse por un problema en la movilidad del bolo alimenticio. En ocasiones puede estar causada por el íleo, que impide que haya movimiento. La masa se retiene, aparecen los gases, la infección, la fiebre... suele darse mucho en bebés y niños pequeños
Dolor abdominal, cólicos, sensación de presión, heces más claras y delgadas…no se sabe a ciencia cierta qué lo provoca, pero suele asociarse a una infección previa, que más tarde origina la irritación del propio intestino. Es muy doloroso y tarda en resolverse bastantes días, siguiendo una dieta estricta.