Seguir una dieta poco sana, no hacer ejercicio y darle paso al sedentarismo pueden colaborar para un envejecimiento prematuro y para producir problemas de salud.
La Asociación de Medicina Americana lo confirma en el estudio “envejecimiento y restricción calórica” donde divide el envejecimiento en dos procesos: el primario, donde hay cambios de composición corporales naturales; y el secundario, que depende de los factores de su estilo de vida.
El especialista en medicina interna y endocrinología, José Carlos Alvayero de El Salvador, comenta que para frenar ese envejecimiento prematuro y complicaciones de salud se debe analizar los hábitos alimenticios y la actividad física.
Esto ayudará a que pueda “encontrar un balance y alterar la edad que aparenta el cuerpo”, explica.
Nivelación
“Si una persona cuenta con una dieta balanceada y realiza actividad física 30 minutos al día cinco veces a las semana, se encontrará con un balance entre la ingesta y el gasto calórico. Esto es primordial para alcanzar un estilo de vida activo y saludable y retrasar su envejecimiento”.
El especialista indica que en una alimentación variada, se debe consumir todos los grupos de alimentos, para garantizar un retraso en el envejecimiento corporal.
No se olvide de consumir alimentos ricos en antioxidantes, que es una sustancia que le da vitalidad a los órganos del cuerpo, retrasando la huella que deja el paso de los años.
Debe incluir los alimentos como: repollo, ciruelas pasas, fresas, cebolla, espinacas, arándanos, brócoli y pasas.
La actividad física también es clave para “quitarse unos años de encima”. El ejercicio le ayudará a prevenir las enfermedades como obesidad, presión alta y la diabetes.
Natural: se debe incluir las frutas y verduras en el plato de cada día, inyectará al cuerpo una cantidad importante de antioxidantes.
Movimiento: los ejercicios que puede realizar son: caminar, andar en bicicleta, ejercicios aeróbicos, nadar o correr. Lo importante es hacerlo de forma diaria.