Redacción Internacional Salud.- En 2018 le diagnosticaron un linfoma que resistió a quimioterapias y a un trasplante de médula ósea, pero un tratamiento con CAR-T diseñado en Brasil ha conseguido la remisión completa en poco tiempo
Atrás han quedado 13 años de hospitales para Paulo Peregrino. Primero pasó por un cáncer de próstata que apareció en 2013, y después por el linfoma que le surgió en 2018 y que casi le cuesta la vida. Este último resistió a quimioterapias y a un trasplante de médula ósea, pero una innovadora terapia ha conseguido la remisión completa del cáncer en solo un mes. El brasileño de 61 años muestra feliz dos resonancias magnéticas de su torso, una plagada de manchas oscuras de un linfoma en estado avanzado y otra completamente limpia de células cancerosas, dos imágenes captadas apenas con un mes de diferencia.
Peregrino forma parte de un grupo de 14 pacientes que se han tratado desde 2019 en el marco de los estudios experimentales con CAR-T, que realiza con fondos públicos la fundación Hemocentro de la Universidad de São Paulo, en colaboración con otras instituciones públicas. De estos sujetos de estudio, la gran mayoría presentó una remisión de los tumores completa o muy importante y solo dos fallecieron, unos números “similares” a los de otros lugares donde se aplica esta terapia, como Estados Unidos y Europa, según el doctor Vanderson Rocha, quien trató a Peregrino.
Los 14 pacientes recibieron el tratamiento, al ser experimental, como última oportunidad tras fallar las terapias anteriores. Antes de someterles al estudio “ya no había expectativas de curación o remisión de la enfermedad y la esperanza de vida era de unos pocos meses, como mucho un año”, explica a El Confidencial el director de Hemocentro, Dimas Covas.
Antes de seguir, vamos a explicar en qué consiste esto de las CAR-T. Se trata de terapias de células T con receptores quiméricos de antígenos, un tipo de inmunoterapia en la que se extraen las células del propio paciente, se manipulan en el laboratorio y se vuelven a infundir para que luchen contra el cáncer.
Brasil no es el único país que se encuentra experimentando con CAR-T, pues en EEUU o Europa se llevan estudiando y exportando técnicas a otros territorios desde hace algunos años. De hecho, en España este tipo de terapia ya ha tenido éxito en varios pacientes. Las CAR-T se presentan como una de las grandes innovaciones en la lucha contra el cáncer, aunque todavía se debe avanzar más en investigación. En este caso, el tratamiento al que se ha sometido Peregrino y los otros 13 pacientes fue desarrollado y producido completamente en Brasil, y “los vectores virales utilizados y los procesos de producción son propiedad de las instituciones mencionadas y entre los inventores estoy yo y mi equipo de investigación”, señala Covas.
Esta necesidad de desarrollar desde el ámbito público sus propios tratamientos de CAR-T surge porque “hay tratamientos comerciales disponibles en Estados Unidos y en algunos países europeos. Sin embargo, estos tratamientos cuestan alrededor de 500.000 dólares, más gastos hospitalarios, y no son accesibles para una gran parte de la población”. El objetivo es que el tratamiento esté disponible para el Sistema Único de Saúde (SUS) “lo antes posible”.
“Para ello, además de concluir el estudio clínico mencionado, es necesario definir los mecanismos de financiación por parte del Ministerio de Salud brasileño”, apostilla el director de Hemocentro, al tiempo que añade que están abiertos a exportar su tecnología a otros países.
Al preguntarle a Covas si su país está a la vanguardia en el desarrollo de terapias CAR-T, responde rotundamente: “Sí”. “Brasil, a través de la Universidad de São Paulo, el Hemocentro de Ribeirão Preto del Hospital das Clínicas de la Facultad de Medicina de la USP y su Instituto Nacional de Células Madre y Terapia Celular en Cáncer (CNPQ-FAPESP) desarrolló la primera CAR-T nacional en 2018. En 2019, el primer paciente con linfoma de células B fue tratado con remisión total del tumor en menos de un mes. Hasta la fecha, 13 pacientes han sido tratados en régimen compasivo y, en agosto, está previsto el inicio de un ensayo clínico fase I/II con 80 pacientes que permitirá el registro comercial del producto.
En octubre de 2022, el Hemocentro llegó a un acuerdo con USP y el Instituto Butantan para la instalación de dos unidades de fabricación con una capacidad de producción de 600 a 1.000 tratamientos al año. La fábrica ubicada en Ribeirão Preto ya está operativa y calificada y deberá iniciar en breve la producción de 10 tratamientos por mes. Todos estos acontecimientos y hechos nos sitúan a la vanguardia del desarrollo de CAR-T en Brasil y América Latina”, concluye el director de Hemocentro.