Redacción Internacional.- “El momento más importante de tu vida no es tu nacimiento, ni tu matrimonio, ni tu muerte, sino la gastrulación”, dijo una vez el embriólogo británico Lewis Wolpert. Es decir, el momento en el que, 14 días después de la unión de un espermatozoide y un óvulo, el embrión comienza a transformarse en lo que será un humano. Lo que ocurre durante esos días es todo un enigma para el humano, debido a la dificultad ética y técnica para investigarlo.
Sin embargo, el científico palestino Jacob Hanna, del Instituto Weizmann de Ciencias, en Rejovot (Israel), ha creado un nuevo modelo de embrión humano (mediante células madre) que imita la estructura de un embrión de entre 7 y 14 días, según explica El País. En palabras del investigador, “es la primera vez que se obtienen embriones humanos sintéticos sin modificaciones genéticas”. El estudio ha sido publicado en el repositorio bioRxiv.
¿Cómo lo ha conseguido? Las células de un embrión son capaces de transformarse en la célula de cualquier parte del cuerpo de una persona, como una del corazón, del cerebro o del pulmón. Hanna ha extraído esas células y las ha cultivado en un laboratorio para que se dividan y copien a sí mismas. Después, las induce a autoorganizarse y se crea una estructura parecida a la de un embrión humano. Sin modificación genética.
Según la bióloga francesa Irène Aksoy, estos embriones son “una herramienta formidable” para estudiar el desarrollo de un humano en etapas muy tempranas que hasta ahora eran inaccesibles.
Polémica carrera por ser el primero
El logro de Hanna aparece en medio de la polémica protagonizada por la bióloga anglopolaca Magdalena Zernicka-Goetz, investigadora de la Universidad de Cambridge, que aseguró este miércoles haber conseguido crear un modelo de embrión humano, pero habiendo modificado genéticamente las células. No ha publicado los resultados y, según tres referentes internacionales consultados por El País, los resultados de Zernicka-Goetz son dudosos.
Hanna es crítico con la bióloga: “Según lo que presentó ayer la profesora Zernicka-Goetz, esas estructuras no se pueden calificar como un modelo de embrión, porque un embrión debería tener placenta, saco vitelino, cavidad amniótica y saco coriónico, y no aparece ninguna de estas partes. Sus datos me parecen muy poco convincentes”.
El biólogo español Alfonso Martínez Arias respalda la postura del palestino, en declaraciones al medio citado: “No hay mucho que decir por falta de información. No hay datos, porque su trabajo no se ha publicado en ningún formato. Este campo tiene la mala costumbre de dar grandes titulares que luego no se ajustan a la realidad. Sospecho que este es otro caso”.
