"Si mi cuerpo me lo pide tengo que complacerlo", que tan de cierto es

Redacción Salud.-  Algunas o muchas personas suelen decir que si su cuerpo le pide ciertos alimentos o sustancias, por ejemplo un dulce, un café, etc, tienen que complacerlo. Ahora ha salido a relucir que cuando eso sucede es por algún problema de salud de la persona, pero la ciencia tiene una explicación.

Esa frase o concepto tiene una base científica, que se puede ampliar a través de estudios y conocimientos en fisiología y nutrición. 
Aunque es cierto que existen algunas situaciones en las que los antojos o los deseos de ciertos alimentos pueden estar relacionados con carencias nutricionales o desequilibrios en el cuerpo, no se puede generalizar que cada vez que alguien tiene un antojo es porque no está bien de salud.

La relación entre los antojos y la salud es compleja y puede variar de una persona a otra. A veces, los antojos pueden ser simplemente resultado de preferencias personales, hábitos adquiridos o influencias sociales. Por ejemplo, una persona que tiene la costumbre de tomar café todas las mañanas puede experimentar un "deseo" de café debido a su rutina diaria, más que a una necesidad fisiológica.
No obstante, en algunos casos, los antojos pueden indicar una carencia nutricional. Por ejemplo, si una persona tiene deficiencia de hierro, podría experimentar antojos de alimentos ricos en hierro, como carnes rojas. Del mismo modo, las mujeres embarazadas a menudo tienen antojos de alimentos que contienen ciertos nutrientes necesarios para el desarrollo del feto, como el ácido fólico.
Es importante tener en cuenta que los antojos no siempre indican una necesidad nutricional específica. Muchos factores pueden influir en los antojos, como las emociones, el estrés, los hábitos alimentarios previos y los factores ambientales. La relación entre los antojos y la salud es multifactorial y no se puede generalizar fácilmente.
En resumen, aunque en algunos casos los antojos pueden estar relacionados con carencias nutricionales o desequilibrios en el cuerpo, no se puede afirmar que cada vez que alguien tiene un antojo es porque no está bien de salud. 
La ciencia ha demostrado que los antojos pueden tener diversas causas y no hay una regla única que se aplique a todas las personas en todos los casos. Es importante escuchar a nuestro cuerpo, pero también es fundamental tener en cuenta otros factores y consultar a profesionales de la salud cuando sea necesario.

Daremos a conocer algunos estudios relevantes que exploran la relación entre los antojos y la salud, respaldando la idea de que los antojos pueden tener múltiples causas y no siempre están relacionados con problemas de salud:

1. Estudio: "Food cravings and aversions during pregnancy: Prevalence and significance for maternal nutrition in Ethiopia" (2018).   Este estudio realizado en Etiopía investigó los antojos y aversiones alimentarias en mujeres embarazadas. Los resultados mostraron que las féminas embarazadas experimentan una variedad de antojos y aversiones alimentarias, pero no siempre estaban asociados con deficiencias nutricionales específicas. Se encontró que los antojos se relacionaban más con preferencias personales y factores culturales que con necesidades nutricionales.
2. Estudio: "Food cravings and intake of sweet foods in healthy pregnancy: a longitudinal study" (2015). Este estudio de cohorte prospectivo examinó los antojos alimentarios y el consumo de alimentos dulces en mujeres embarazadas sanas. Los resultados indicaron que los antojos de alimentos dulces eran comunes durante el embarazo, pero no se encontró una relación significativa entre los antojos y la ingesta de azúcar. Además, los antojos no se asociaron con resultados adversos en la salud materna o fetal.
3. Estudio: "Food cravings in everyday life: An EMA study on snack-related thoughts, cravings, and consumption" (2018). Este estudio utilizó la metodología de Ecological Momentary Assessment (EMA) para investigar los antojos de alimentos en la vida diaria. Los participantes informaron sobre sus pensamientos, antojos y consumo de bocadillos a lo largo del día. Los resultados mostraron que los antojos de alimentos no siempre estaban relacionados con la necesidad fisiológica de alimentos, sino que también eran influenciados por factores emocionales y situacionales.

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