A pesar de que la cafeína es el estimulante del sistema nervioso más común en el mundo, y que se consume en un 80% a través del café, según los investigadores, hasta ahora no ha habido estudios que expliquen el impacto de este estimulante en el riesgo de depresión, pero en estudios sí se había demostrado la asociación entre el consumo del café y el riesgo de depresión en los hombres.
Pero como la depresión tiende a afectar más a las mujeres que a los hombres, se llevó a cabo en esta investigación, para medir las consecuencias de la cafeína en las mujeres, en un estudio que duró 10 años, en el cual las participantes completaron cuestionarios sobre la frecuencia con que en el año anterior habían consumido varias bebidas, incluyendo el café descafeinado y con cafeína, té, refrescos y chocolate.
Ninguna participante había sido diagnosticada con depresión al inicio de la investigación y, durante esos 10 años de seguimiento, se identificaron 2.607 casos de depresión.
Esta información se comparó con el consumo de café con cafeína y se encontró que las mujeres que consumían dos o tres tazas de café cafeinado al día, mostraron un 15% menos de riesgo de depresión que las que consumían una taza o menos a la semana y, las que consumían cuatro tazas o más al día, resultaron con un 20% menos de riesgos de desarrollar la enfermedad.
Los científicos apuntan a que fue un estudio basado sólo en cuestionarios, es por esto que el próximo paso será confirmar los resultados con unos estudios más amplios, agregando que aún es prematuro que los médico recomienden el consumo de café para contrarrestar posibles depresiones.