Los ejercicios de Kegel consisten en una serie de movimientos específicos para entrenar y fortalecer la musculatura del suelo pélvico y prevenir así ciertas afecciones como la incontinencia urinaria.
Mejoran además las relaciones sexuales y facilitan el parto vaginal.
Deben su nombre al ginecólogo Arnold H. Kegel quien, además de los ejercicios, también inventó un artilugio que se usa para medir la presión del aire vaginal llamado perineómetro Kegel.
Estos ejercicios se pueden hacer en cualquier lugar, aunque se recomienda estar lo suficientemente tranquilo para poder concentrarse. Incluso se pueden aprovechar momentos como ir en autobús o en la sala de espera de algún medico para practicarlos. Lo que sí se debe evitar es hacerlos mientras se camina.
Lo indicado es elegir una postura en la que sea más fácil identificar los músculos del suelo pélvico para poder activarlos.
Sobre todo, para empezar es más fácil hacerlo en posición tumbada, pero también se pueden hacer estando sentados, con una toalla o mantita enrollada y colocada entre las piernas. Las pelotas de Pilates también son muy útiles para practicar estos ejercicios.
Una vez lograda la postura inicial, se debe contraer y relajar la musculatura del suelo pélvico, pero sin aguantar la respiración. Esto es importante, ya que si se consigue mantener la respiración habitual mientras se realizan los ejercicios de Kegel, se está entrenando el suelo pélvico para que se pueda activar en momentos de presión como al toser, un ataque de risa o un estornudo, de forma que se eviten las pérdidas de orina.
Para algunas personas es difícil localizar la musculatura pélvica y ejercitarla. Puede ser de ayuda el hecho de simular que se retiene la orina para después intentar expulsarla.
Eso sí, los expertos alertan de que el momento de hacer pis no es el más indicado para practicar estos ejercicios, ya que los reflejos por los que se regula el sistema miccional se pueden ver perjudicados al hacerlo.
Además de mantener el ritmo respiratorio, hay que evitar empujar al hacer los ejercicios de Kegel. Otro error común es contraer al mismo tiempo algunos músculos que rodean el suelo pélvico como por ejemplo los glúteos o el abdomen.
Tipos de ejercicios de Kegel
Una vez controlados los ejercicios, se pueden practicar en diversas series. Por ejemplo, se puede comenzar haciendo contracciones y relajaciones sucesivas y rápidas durante cinco minutos. Después, se puede hacer otra serie de ejercicios de Kegel que consistan en contraer, aguantar la contracción durante cinco segundos y después relajar bien la zona.
Otro ejercicio puede ser el llamado “el ascensor”, que consiste en ir aumentando progresiva y conscientemente la contracción para después relajar paulatinamente, controlando en todo momento el grado de contracción o relajación. Es importante descansar entre los ejercicios.
¿Quién debe hacer los ejercicios de Kegel?
Existen momentos en la vida de una mujer en los que los ejercicios de Kegel son obligatorios. El embarazo, el parto y la menopausia.
Sin embargo, ejercitar y mantener un buen tono del suelo pélvico es recomendable para todos, también para los hombres, ya que previene problemas de incontinencia, prolapsos y trastornos relacionados con la próstata.
Fuente: Nosotras