El director del nuevo centro de medicinas naturales Sanis Natura, Juan Manuel Medina, y las especialistas en Yoga, Pilar Caña y Cristina Caldeiro, explican las claves de la nueva técnica para tener un rostro perfecto, joven, sano, relajado y que gana la partida al tiempo de manera natural; el yoga facial.
¿Qué es el yoga facial? Una técnica actual basada en una serie de ejercicios o rutinas para tonificar y relajar los músculos de la cara, cráneo y cuello, de tal manera que se mantengan con un tono muscular adecuado, obteniendo asimismo una mejor irrigación sanguínea y unos rasgos faciales más atenuados y relajados.
¿Qué se consigue?
• Al fortalecer los músculos faciales, los tensamos, y en consecuencia atenuamos los surcos y arrugas de nuestra cara.
• Al mejorar el riego sanguíneo oxigenamos y nutrimos los tejidos, por lo que se mejorará el tono de la piel, su luminosidad y su calidad.
• Si trabajamos los músculos faciales, los rasgos se suavizan, desaparecen las tensiones en el entrecejo, la frente y mandíbula.
• Al incidir sobre los músculos estamos incidiendo también sobre la piel.
• La piel está unida a los músculos faciales, de tal forma que el estrés y las tensiones emocionales prolongadas producen adherencias en los tejidos, lo que provoca pérdida de elasticidad y mala irrigación sanguínea; se pierde tono, luminosidad y aparecen arrugas. Si tensamos y relajamos voluntariamente los músculos de la cara aprendemos a controlar nuestras expresiones faciales y a minimizar las líneas de expresión y arrugas.
• Tenemos en nuestra cara más de 20 músculos dedicados a las expresiones faciales si sumamos los del cráneo tenemos unos 50. Muchos de ellos no los utilizamos y si un músculo no se utiliza, tiende a atrofiarse, pierde su tono y deja que la piel se relaje, es decir, que aparecen arrugas y signos de envejecimiento. Todas las técnicas específicas del yoga facial, tienen como objetivo el retrasar o incluso hacer retroceder el deterioro de los músculos faciales, ¡que son el sostén de la piel!
• Retrasamos el envejecimiento de nuestros músculos.
• La piel recupera su elasticidad.
• Nuestra piel está más luminosa, más oxigenada, más hidratada.
• Nos mantiene unas expresiones faciales más suaves y naturales.
• Moldeamos nuestros rasgos.
• Disuelve tensiones faciales y craneales.
• Rebaja las tensiones musculares de la cara y cráneo, efectivo en dolores de cabeza, cuello, mandíbula producidos por exceso de tensión.
• La belleza está en el interior y se refleja en el exterior.
• Tonifica toda la musculatura facial, reafirma los tejidos.
• Mejora la irrigación sanguínea, lo que significa que generamos más colágeno, más nutrición y oxigenación de los tejidos.
• Limpia las células y elimina impurezas -efecto drenante-.
• Alisa las arrugas existentes, redensifica la piel y aporta volumen muscular a la cara.
• Aumenta la regeneración de las células cutáneas.
• Reaviva la mirada.
• Combate el descolgamiento de parpados y las ojeras.
El yoga facial induce a un estado de relajación mental y de equilibrio psíquico. Además, ayuda a reducir el estrés y el insomnio -asociado muchas veces al mismo-. También el masaje facial ayuda a devolver a nuestra mente el equilibrio emocional.