10 grandes beneficios de echarse la siesta
Los 10 grandes beneficios de echarse la siesta
El ser humano es de los pocos animales que duerme una sola vez al día. El resto son durmientes polifásicos; es decir, alternan fases de sueño y vigilia durante todo el día.
Algunas investigaciones indican que el hombre primitivo también lo era, pero abandonó esa costumbre para adaptarse a ritmos de vida cada vez más rápidos.
La siesta es considerada como uno de esos pequeños placeres de la vida, especialmente recomendable en todos los sentidos por sus claros beneficios para la salud de las personas que la “practican”, pero aún sobre ella planean una serie de dudas y preguntas interesantes que son buenas tener en cuenta.
El origen de la palabra se halla en la llamada por los romanos “hora sexta” (exactamente entre las 14 y las 16 horas), y por ejemplo era una costumbre de descansar tras la comida para luego conseguir así afrontar el resto de lo que queda de la jornada con mejor vitalidad y humor.
1. Previene las cardiopatías.
La siesta ayuda a disminuir en un 37 por ciento el estrés y el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Cuando se duerme, se libera, sin embargo, la hormona del crecimiento, antídoto del cortisol, que estimula el sistema inmunológico, reduce el estrés y la ansiedad, ayuda a reparar los músculos y a perder peso.
2. Reduce la tensión arterial.
Un estudio del Allegheny College de Pennylvania (Estados Unidos) realizado a 85 universitarios sanos ha demostrado que quienes duermen una siesta diaria de entre 45 minutos y una hora tras haber soportado un día de estrés y tensión psicológica ven disminuir su presión arterial y su ritmo cardiaco.
3. Facilita el aprendizaje.
Un estudio de la Universidad de Berkeley asegura que quienes duermen la siesta rinden más por las tardes y aumentan en un diez por ciento su capacidad de aprendizaje. El sueño, dicen, permite afrontar nuevos conocimientos y fijar los ya adquiridos. Sería algo así como resetear el cerebro. Por esta razón, el descanso tras el almuerzo aumenta la productividad de los trabajadores y el rendimiento escolar de los niños.
4. Aumenta la concentración.
Existen numerosos estudios que demuestran que la siesta (incluso de seis minutos) contribuye a mejorar cualquier tarea que suponga recordar listas de palabras o de objetos. El sueño facilita el almacenamiento de la memoria a corto plazo y deja espacio para nuevos datos. Durante el sueño, los recuerdos recientes se transfieren del hipocampo al neocórtex, nuestro disco duro, donde se consolidan los recuerdos a largo plazo.
5. Facilita resolver problemas.
Robert Stickgold, profesor de Psiquiatría de la Harvard Medical School, ha descubierto que cuando los sujetos alcanzan la fase REM del sueño (fase de gran actividad cerebral en la que soñamos), les lleva menos tiempo realizar diferentes conexiones entre ideas.
6. Estimula la creatividad.
Un equipo de neurólogos de la Universidad de Georgetown ha comprobado que la siesta aumenta la creatividad o, al menos, estimula la actividad de la zona del cerebro (el hemisferio derecho) que se asocia con esta capacidad.
7. Mejora los reflejos.
Un estudio de la NASA a 747 pilotos demostró que aquellos que dormían una siesta diaria de 26 minutos cometían un 34 por ciento menos errores en el trabajo y duplicaban sus niveles de alerta.
8. Mejora el estado de ánimo.
La serotonina es un neurotransmisor que regula el sueño, el apetido y el estado de ánimo. Y dormir inunda nuestro cerebro de serotonina, lo que nos proporciona una sensación de satisfacción y bienestar.
9. Favorece la abstracción.
Un organismo estadounidense ha estudiado las expresiones faciales de varios niños de 15 meses ante frases que han oído anteriormente. Los niños que durmieron la siesta aprendieron una oración y su relación con otras, mientras que el resto no reconocía las frases. Esto sugiere que la siesta favorece el aprendizaje abstracto o capacidad de detectar el patrón general de una nueva información.
10. Fomenta la positividad.
Otro estudio de Berkeley dice que los individuos que duermen la siesta y pasan por la fase REM aumentan su receptividad ante la expresión facial de felicidad, mientras que quienes no lo hacen manifiestan más ira y miedo.
¿Cuánto es necesario dormir durante la siesta?
Aunque se piense lo contrario, la siesta más recomendable, para poder disfrutar así de todos sus beneficios, es la que oscila entre unos 10 minutos y 1 hora, aunque una siesta corta de 15 a 20 minutos sumada a ocho horas de sueño es ideal para disfrutar todos sus beneficios.