REDACCIÓN INTERNACIONAL.- Nadie duda del efecto beneficioso para la salud de coger las escaleras frente al ascensor, afirma la doctora López-Illescas.
Se ha visto que su utilización, tanto para subir como para bajar, mejora la energía y la capacidad física; fortalece los glúteos, gemelos y cuádriceps; y eleva, en poco tiempo, el ritmo cardíaco y la capacidad pulmonar.
Además, añade esta experta del Consejo Superior de Deportes, aumenta la coordinación, propiocepción y el equilibrio, lo que influye positivamente en la capacidad cerebral.
Para aprovechar estos beneficios y minimizar riesgos como caídas, tropezones, o lesiones por sobrecarga, África pide atención a los siguientes aspectos en el abordaje de las escaleras.
Toma consciencia del ejercicio de subir o bajar la escalera, el tipo, la inclinación y el tamaño de los escalones, así como su propio calzado.
Presta atención visual a los escalones y el recorrido; y mantén la dirección de los hombros, la cintura pélvica y la punta del pie en sentido del desplazamiento.
Una vez entrenada la habilidad de subir y bajar las escaleras, es entonces cuando se puede aumentar la velocidad para que repercuta en una mejor condición física.
Y por ultimo, añade África López-Illescas: utiliza la barandilla, especialmente en las primeras fases de entrenamiento y siempre en personas mayores o personas lesionadas que se encuentren en la fase última de la rehabilitación.