El arroz es parte esencial de la gastronomía del mundo, pero la forma tradicional en la que se cocina podría ocasionar daños a nuestra salud, específicamente cáncer.
Por lo menos así lo sugiere un estudio realizado en la Universidad Queen’s de Belfast, en Irlanda del Norte, en donde Andrew Meharg (líder de la investigación) se dio a la tarea de comparar tres métodos de cocción de arroz en relación a su capacidad para disminuir los niveles de arsénico de éste.
¿Cómo llegó el arsénico al arroz? Aunque no lo creamos, este metaloide se halla en el suelo de forma natural (es un elemento de la corteza terrestre), de acuerdo a datos de la Organización Mundial de la Salud. Aunque sus niveles en este cereal pueden variar por acción del hombre: uso de pesticidas.
Si bien este veneno también está presente en otros alimentos, y no son perjudiciales para la salud. En el caso del arroz podría ser causa de cáncer, esto por la forma en que se prepara.
El estudio señala que, entre más cantidad de agua, mayor eliminación de arsénico hay; es decir, la fórmula tradicional de 1 taza de arroz por 2 de agua no elimina todos tóxicos; en cambio 1 taza de arroz por 3 tazas de agua, o bien, remojar este cereal toda la noche reduce el arsénico hasta en un 80%.