El aparato reproductor femenino es complejo y a menudo aparecen trastornos que van desde infecciones a micosis pasando por lo que habitualmente llamamos fibromas.
Estos tumores benignos, a los que también se los denomina miomas se desarrollan en las paredes del útero y si bien no suelen presentarse en mujeres menores de 20 años, casi el 50% presentará miomas para cuando llegue a la edad de 50 años.
No se tiene total certeza sobre el origen de los miomas, pero es posible que sean hereditarios y que se desarrollen durante el embarazo debido a la mayor producción de estrógenos, pero tal vez puedan desaparecer una vez que la mujer da a luz.
Muchas mujeres viven con miomas de tan pequeño tamaño que nunca llegan a notarlos y que no les provocan ningún tipo de complicación, pero cuando crecen en demasía, es necesario extirparlos.
Poro lo general cuando se desarrollan no siempre terminan siendo uno solo, sino que pueden ser dos o varios, alcanzando incluso gran volumen y peso.
Cuando los miomas cobran gran tamaño y empiezan a generar trastornos, a menudo se puede observar sangrados fuera del período menstrual o sangrados abundantes. Asimismo, al encontrarse cerca de la vejiga, ejercen presión no permitiendo que se vacíe por completo, provocando infecciones urinarias a repetición.
Muchas veces pueden reabsorberse solos, pero cuando esto no sucede, podemos recurrir a algunos remedios caseros que te vamos a enseñar a preparar.
– 2 choclos (granos de maíz).
– 5 hojas de llantén.
– 5 hojas de achiote, también conocido como achote (Bixa Orellana).
– 2 litros de agua.
Preparación:
Unir todos los ingredientes y hervirlos en agua. Colar y guardar el líquido en el refrigerador. Beber varias veces al día.
– 1 trocito de remolacha cruda y fresca.
– 1 cucharadita de miel.
– 1 diente de ajo.
– Medio vaso de jugo de zanahoria.
Preparación:
Licuar la remolacha junto con el ajo y el jugo de zanahoria. Incorporar la miel y mezclar hasta que estén bien integrados todos los ingredientes. Beber 1 vaso al día durante 1 semana.
