Muchas personas sufren de calambres en las piernas durante todo el día, pero en ocasiones los calambres nocturnos pueden ser más fuertes y estos “tirones” tardan más en desaparecer. Se los llama “calambres de reposo”.
Estas contracciones musculares suelen presentarse con los siguientes síntomas:
- Tirones en los músculos de las pantorrillas o en los pies a la altura de los dedos de intensidad media a fuerte y en puntos localizados.
- Rigidez del músculo, pierna o pie.
- Puede durar de 30 segundos a 10 minutos. Luego, se van difuminando lentamente.
- Sensación de incomodidad luego del tirón que puede durar durante varias horas.
¿Que los originan?
- Suelen aparecer durante el embarazo.
- Son más frecuentes en la tercera edad.
- Actividad física intensa y de alto impacto.
- Falta de sales minerales y fibra (alimentación deficiente).
¿Cómo aliviarlos?
Instintivamente el calambre nos hace estirar las piernas para evitar el dolor y tratar de atenuarlo, pero concretamente te indicaremos cómo aliviar rápidamente los músculos.
Calambre en el pie: Toma los dedos de los pies con las manos y llévalos hacia el pecho reteniendo en esta posición durante varios segundos hasta que el dolor se atenúe.
Calambre en pierna y pantorrilla: Estando sentados, estirar la pierna y levantar el pie. Intente hacer presión sobre la rodilla para facilitar el estiramiento del músculo.
Se recomienda masajear la zona una vez que el dolor haya disminuido porque es probable que el músculo quede resentido y necesite distenderse con la ayuda de los masajes.
¿Cómo prevenir los calambres nocturnos?
Alimentación equilibrada: consuma una dieta diversa que incluya verduras y fibras y manténgase hidratado bebiendo agua regularmente aun cuando no sienta sed.
Realice frecuentes ejercicios de estiramiento para elongar estos músculos.
Consuma alimentos con alto contenido de magnesio como por ejemplo frutos secos, garbanzos y guisantes.
Aunque no tiene una base científica se considera el consumo de magnesio granulado como un buen antídoto contra los calambres.