Desbloquear el dolor del nervio ciático en 2 minutos y parar el dolor

El nervio ciático es aquel que se extiende desde la espalda baja o columna lumbar hasta los pies, y cuando sufre contusiones, puede causarnos dolores tan intensos que nos dejen inmóviles.

Debido a eso es importantísimo aprender a cuidarlo y saber cómo aliviarlo de manera efectiva.

Existen 2 ejercicios que te ayudarán a aliviar el dolor del nervio ciático de manera rápida y efectiva.

Se trata de un problema de salud, que generalmente afecta más a las mujeres embarazadas o personas de la tercera edad.

Cuando este nervio empieza a deteriorarse, la cadera y piernas pierden flexibilidad, y como resultado, cuando tenemos movimientos bruscos, sufrimos de agudos dolores en dicho nervio ciático. 

Para tratar estos dolores, muchos han recurrido a los médicos especialistas, pero la medicación que le recetan no ha sido del todo efectiva para calmar el dolor.

Y en muchos de estos fármacos lo único que hacen es dañar los riñones. No obstante, contamos con formas naturales y sin medicamento para acabar con estos dolores.

Conoce 2 ejercicios para acabar con los dolores del nervio ciático de forma rápida y efectiva.

Alivia el dolor del nervio ciático con estos ejercicios

El objetivo principal de estos ejercicios es estirar el nervio y los músculos a fin de devolverle su flexibilidad. De esta forma, eliminaremos la tensión y aliviaremos el dolor de esta zona del cuerpo rápidamente.

Si dispones de 2 minutos prepara esto y limpiaras todo tu cuerpo de toxinas. ¡No te arrepentirás!

Ejercicio número 1

Acuéstate boca arriba en el suelo y otra superficie completamente plana. Ahora, lentamente subiremos la pierna adolorida, doblándola despacito hacia arriba. Luego, llevaremos la pierna lo más cerca del hombro que podamos.

Cuando sientas la tensión, mantén dicha postura por al menos 30 segundo. Para terminar, estira nuevamente la pierna sobre la superficie y repite el ciclo 2 veces más.

Ejercicio número 2

Acuéstate boca arriba en una superficie totalmente plana y dobla una rodilla sujetándola con la mano. Las trataremos de acercar lo máximo posible al pecho, manteniendo la pelvis en el suelo todo el tiempo. Luego, cruzamos las piernas como se muestra en la gráfica y estiramos la pierna que no nos duela.

Esta posición hemos de mantenerla por 30 segundos y volvemos lentamente a la posición inicial. El ciclo completo lo repetimos 2 veces más y descansamos.

Para obtener resultados duraderos, debemos ser constante en cuanto a la realización de estos ejercicios. De esa forma, nuestros músculos y el propio nervio recobrarán su flexibilidad. Si te han gustado estos consejos, comparte este artículo en tus redes sociales.

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