¿Se puede hacer â??runningâ? después de haber sufrido un infarto?

La respuesta es simple: no solo se puede, sino que el ejercicio físico es un pilar fundamental en la recuperación y en la prevención del infarto.

“Mi nombre es Carlos Mínguez. En 2015, tras un reconocimiento médico del estudio PESA (Progression of Early Subclinical Atherosclerosis) realizado por el Centro Nacional de Investigaciones Cardiológicas (CNIC) que estudia el corazón mediante imágenes no invasivas, me detectaron que tiempo atrás había sufrido un infarto. No me lo podía creer, tantos años haciendo 'running' y yo no había notado nada".

"En septiembre de ese mismo año, me pusieron tres 'stents' —unos dispositivos con forma de muelle que ayudan a corregir el estrechamiento de las arterias—. En ese momento solo piensas en estar bien y el resto pasa a un segundo plano, aunque he de reconocer que lo único que no se me quitaba de la cabeza era el hecho de si podría volver a hacer 'running'. Era un corredor popular desde hacía muchos años y realmente era una de mis grandes pasiones. Después de la intervención, empecé una terapia de rehabilitación cardíaca en la que me fueron dando pautas de pulsaciones y de ejercicios físicos que me hicieron ir ganando confianza".

"Después de un tiempo, me comentaron que, si quería, podría empezar a trotar, siempre controlando las pulsaciones y con mucha tranquilidad. Fue una de las mejores noticias de los últimos meses. Al poco tiempo, consulté la posibilidad de correr alguna distancia, planteándome correr la San Silvestre. Tras esta carrera, y pasando un nuevo test de esfuerzo, tuve el visto bueno para probar otras distancias, poniendo entre mis posibilidades terminar la Maratón de Madrid. Siempre, eso sí, teniendo en cuenta el límite de pulsaciones y atento a las sensaciones. Volví a hacer de liebre/guía en varias carreras con buenas sensaciones y cada día encontrándome más seguro y mejor, tanto físicamente como anímicamente”.

A continuación, se expone el testimonio de Hugo del Castillo, cardiólogo y médico de Carlos Mínguez.

“Mi nombre es Hugo del Castillo, soy cardiólogo del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid. Cuando Carlos vino a vernos a la consulta, después de haberse realizado diversas pruebas médicas en su centro de trabajo, no fue él el único sorprendido. Un paciente joven y deportista presentaba exámenes médicos compatibles con un infarto silente ocurrido tiempo atrás. Las pruebas posteriores que realizamos confirmaron la presencia de una oclusión crónica en una arteria coronaria culpable del infarto".

"Mediante un cateterismo conseguimos reabrir la arteria y, a partir de ahí, empezó su caso. Medicación y un programa exhaustivo de rehabilitación cardíaca, con ejercicio físico tutelado como eje principal del mismo, hicieron que poco a poco Carlos fuese recuperando fuerza en su músculo cardíaco y, sobre todo, confianza.

Pronto nos pidió volver a correr, hicimos una prueba de esfuerzo, con resultado favorable y, a partir de ahí, todo fue sobre ruedas, culminando el proceso con la finalización del Maratón de Madrid".

"Hoy, Carlos sigue controlado. Necesita medicación, pero sigue disfrutando del atletismo que, además, le ayuda a prevenir un segundo infarto: correr es fundamental para el control de la hipertensión arterial, los niveles de glucosa y colesterol en sangre, la obesidad y el sedentarismo, todos ellos factores de riesgo para tener enfermedad en las arterias coronarias.

Además, de manera indirecta, correr puede ser de ayuda a la hora de dejar de fumar, reduciendo el componente de ansiedad".

"Dicho esto, ¿se puede salir a correr a pesar de haber padecido un infarto? La respuesta es simple: no solo se puede, sino que el ejercicio físico es un pilar fundamental en la recuperación y en la prevención del infarto. Carlos corrió en abril su maratón número 39 con sensaciones increíbles y sigue haciendo ejercicio diariamente”.

Fuente: El Confidencial

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