¿Logrará asistir al colegio? ¿Aprenderá a leer o escribir? ¿Será un niño como todos? Estas son varias de las interrogantes que se realizan los padres al enterarse que su hijo tiene alguna discapacidad.
Ante estas inquietudes, la directora del Centro de Estimulación Integral La Tahona (Ceilt), Ileana Arévalo explicó que es fundamental mantener la dinámica familiar y la confianza mutua.
La educadora indicó que lo primero que deben hacer los padres es llevar a sus niños a los especialistas correspondientes: psicólogos, neuropediatras y genetistas.
"El hijo debe saber que está bien cuidado con un proceso de aprendizaje de calidad y con los mejores beneficios", explicó.
La psicóloga clínica de esta institución, Nuris Morin, afirmó que los padres suelen estar negados al problema, por ello, deben buscar una psicoeducación y charlas para el mejor entendimiento posible.
Al mismo tiempo, señaló que los papás no deben sobreproteger al niño para que este tenga la vida más normal posible.
"No lo deben tratar como un niño incapacitado. Estos niños solo tienen discapacidad en ciertas áreas", afirmó.
Morin agregó que los padres deben identificar las potencialidades de sus hijos y fortalecerlas. También, subrayó que estas personas necesitan una rutina los más estructurada posible.
Otra recomendación es que los papas no se pueden permitir ser laxos. "La idea es que en el hogar se colocan límites, de esta manera, esta persona estará lo más ajustado a las normas sociales.
Que pueda aceptar un no como respuesta y entender lo privado de lo público".
Por último, resaltó que no puede existir la autorecriminación o estar buscando culpables en el hogar, el problema se debe afrontar con mucha concientización y trabajo.
"Estos niños no tienen techo. No debemos conformarnos con lo que nos dicen. Ellos pueden hacer muchísimas cosas. Serán la alegría de la casa", concluyó Arévalo.
En el Ceilt tienen 11 años trabajando con niños y adolescentes que presentan trastorno del desarrollo intelectual, delaprendizaje, del lenguaje, trastornos disruptivos, del control de impulsos y de la conducta; trastornos por déficit de atención e hiperactividad, trastornos generalizados del desarrollo, síndrome de down.
Su equipo de trabajo especializado brinda apoyo en las distintas áreas del desarrollo mediante técnicas que refuercen un mejor desenvolvimiento social, educativo y familiar.