Muchos ya conocen los increíbles beneficios del jengibre, ya que funciona como estupendo remedio para las náuseas, el malestar matutino e incluso la quimioterapia.
Y uno de los usos más típicos que se le da: ayudar contra gripes y resfriados. Hoy os mostramos como hacer un delicioso té medicinal de jengibre, miel, y limón.
Estos tres ingredientes son esenciales para mejorar nuestra salud.
De hecho un artículo realizado en 2002 en una revista científica afirma que el jengibre podría ser un gran preventivo del cáncer.
¿Qué más se le puede pedir a una simple raíz?
Un sólo limón al día proporciona el 80% de vitamina C que nuestro cuerpo necesita, además de estar repleto de antioxidantes y reforzar el sistema inmune por medio de la creación de células blancas en la sangre.
La miel pura puede, según diversos estudios, reducir la duración de un resfriado a tan sólo dos días, si se toma regularmente.
Un estudio realizado en la universidad de Jahrom, en Irán, unió a 60 personas que estaban tomando medicamentos para el resfriado, pero 30 de esos 60 tomaron también miel, 60 ml al día. La identidad de aquellos que tomaron miel, no fue revelada siquiera a los investigadores. Los resultados concluyeron en que, aquellos que tomaron miel, superaron su resfriado en un periodo de tiempo mucho menor.
Quedando así demostrado que sin lugar a dudas, la miel pura es en efecto beneficiosa para nuestro sistema inmunológico.
Al unir las características de estos tres componentes obtenemos un té lleno de propiedades que seguro calmará tu gripe.
Para realizarlo necesitaremos:
– Una raíz de jengibre, de aproximadamente unos 15 cm, deberemos pelarla y cortarla en rodajas finas. Si os parece mucho trabajo pelarla, podéis dejar la piel. O usar el truco que usamos en casa: hacer uso del pelador de patatas (¡funciona!)
– Miel pura, al menos 2 cucharadas bien llenas, aunque se puede, y aconseja, echar algo más (siempre y cuando contemos con miel de calidad, y no refinada de supermercado, cargada de azúcares innecesarios)
– 2 limones que estén bien sanos, mejor ecológicos o de la huerta de atrás – de los cuales debemos extraer el zumo. Cuanto más frescos estén y menos tratados con fertilizantes, mejor.
Para realizar este té deberemos poner al fuego (medio) el agua suficiente como para llenar una taza, a continuación, cuando el agua ya esté caliente, podemos añadir el jengibre y bajar algo el fuego, para que vaya soltando todas su substancia.
Es mejor cocinar el jengibre muy lentamente, casi como si estuviésemos haciendo un caldo de pollo casero (cuanto más dejemos cocer a fuego lento, mayores propiedades soltará el jengibre en al agua)
Así pues, pasados unos minutos podremos añadir el zumo del limón y la miel para después dejar enfriar. Para realizar mayores cantidades solo debéis duplicar los ingredientes y conservar en un recipiente con tapa, así también se podrá guardar en la nevera para usar más tarde.
Consejo de EcoRemedios: Añadir algo de canela puede ayudar a mejorar el sabor, y multiplicar los efectos antibacterianos.
