Pedro J. Torres: Las cinco edades de la obesidad y el sobrepeso

Dadas ciertas condiciones desencadenantes, como una dieta inapropiada o la falta de actividad física, entre otras, todas las personas, independientemente de nuestra edad o sexo, somos susceptibles de desarrollar cierto margen de obesidad o sobrepeso en algún momento de la vida; sin embargo, la tendencia a presentar este problema así como el grado y la forma en que éste aparece sí depende de variables relacionadas con nuestra edad.

Así lo señala el médico endocrinólogo español Miguel Ángel Sánchez Rosado, quien explica que pueden distinguirse cinco etapas específicas de vida en las cuales puede desarrollarse un aumento de peso; indica que en cada una de ellas se presenta una serie de factores de riesgo determinados, cuyo conocimiento es importante para manejarlos adecuadamente.

La información es compartida y comentada por la Fundación Torres-Picón, que viene trabajando desde hace varios años en prevención de la obesidad infantil, en atención a los alertas y llamados de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La primera etapa es la de la gestación y los primeros años de la vida, período de importancia fundamental en el desarrollo del ser humano, ya que los aportes nutricionales y las influencias que recibe de su entorno en este tiempo son determinantes en cuanto a la aparición de una tendencia al sobrepeso en el futuro, desde la infancia hasta la edad adulta.

Entre los factores que pueden propiciar la aparición de obesidad infantil se cuentan el exceso de peso en la madre previo al embarazo, o un incremento exagerado durante la gestación; igualmente es frecuente que desarrollen obesidad infantil los hijos de madres diabéticas, así como los niños nacidos de madres que fumaron durante el embarazo.

Del mismo modo, niños de talla pequeña al nacer tienden también a desarrollar un mayor volumen de adiposidad abdominal.

Por otro lado, numerosas experiencias señalan que la lactancia materna disminuye el riesgo de obesidad infantil, al contrario que la alimentación con biberón.

Cuando el niño alcanza los cinco años de edad, si presenta obesidad infantil, ésta suele asentarse y permanecer hasta la adolescencia y aun hasta la edad adulta.

Por otra parte, los adolescentes obesos por lo general se convierten en adultos obesos, con la consiguiente secuela de serios problemas de salud que genera el sobrepeso.

En la siguiente etapa, los varones adultos comienzan a desarrollar sobrepeso cuando dejan atrás la vida activa de la adolescencia y comienzan a llevar un estilo de vida más sedentario, lo que se ha dado en llamar la “vida de casado”.

Este incremento de peso se mantiene durante la madurez, hasta la edad de cincuenta y cinco años aproximadamente, época en que se estabiliza y comienza a decrecer.

El doctor Sánchez Rosado manifiesta que “el estudio Framingham dice que los varones adultos dentro de una misma estatura son cada vez más pesados de generación en generación”.

En el caso de las mujeres adultas, la mayoría suelen subir de peso una vez superada la pubertad, durante la edad fértil, que es la etapa en que se producen los embarazos.

En este sentido señala el endocrinólogo, “tras su primer embarazo, las mujeres habitualmente se quedan con algunos kilos de más con relación a su peso pre-gestacional.

Para las mujeres en normopeso, la ganancia de peso en el embarazo debe situarse entre los 11,5 y 16 kilos”, si el incremento de peso supera estos límites, aumenta el riesgo de mantener el exceso de peso después del parto. Sánchez Rosado aclara que aunque “muchas mujeres piensan que los anticonceptivos orales causan ganancia de peso”, lo cierto es que diversos estudios indican que con el uso de estos medicamentos “es infrecuente ganar peso”.

Más tarde, durante la menopausia, las mujeres experimentan un nuevo incremento de peso; en esta etapa la obesidad se intensifica y aparecen marcados cambios en la distribución de la grasa corporal.

Esto fue corroborado por una investigación llevada a cabo en 543 mujeres con edades comprendidas entre los cuarenta y dos y los cincuenta y dos años, a quienes se les realizaron mediciones del perímetro de la cintura y de la masa corporal mediante bioimpedancia eléctrica; durante los seis años que duró el estudio, las mujeres registraron un incremento medio de 3,4 Kg. de masa grasa y 5,7 cm. de perímetro de cintura.

El doctor Miguel Ángel Sánchez Rosado indica que “fijándonos en el período posterior al año desde la última menstruación, la masa grasa de estas mujeres continuó incrementándose, mientras que el perímetro de la cintura se ralentizó”; señala que los resultados de este estudio apuntan a que el sobrepeso y las variaciones en la distribución de la grasa corporal se deben, en parte, al envejecimiento ovárico.

Estos datos y opinión experta son de importante ayuda para que cuidemos la salud y para que especialmente no desmayemos en la tarea de apoyar o impulsar medidas preventivas de la obesidad y el sobrepeso.

Nuestros niños y jóvenes pueden librarse, salvarse, de esta amenaza a la salud pública que con carácter de epidemia global se ha esparcido, comentó Pedro J. Torres, vocero y presidente de la Fundación Torres Picón, enfocada en la prevención informativa del problema, así como en la promoción del arte, la cultura y la educación como medios para la superación personal y el desarrollo.

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