Dejar de fumar, beber un vaso de leche tibia, cenar una ensalada de lechugas o ver la televisión hasta quedar dormidos, son algunos consejos que pueden funcionar cuando se tiene dificultad para conciliar el sueño. Sin embargo, hay casos puntuales de insomnio que deben ser consultados médicamente si persiste el problema durante 15 días o más.
Casi siempre los remedios caseros funcionan, como conservar los pies calientes y frotarlos con aceite de almendra; colocar dentro de la almohada hojitas de azahar, eucalipto o manzanilla; beber una taza de infusión de hierbabuena o bañarse 20 minutos antes de acostarse, para entrar a un estado de relajación.
Empero, existen otras soluciones que recomiendan las instituciones médicas dedicadas al estudio de los trastornos del sueño, como hacer ejercicio diariamente, pero no cuando se está a punto de ir a la cama; llevar una dieta balanceada, evitar cenas abundantes y mantener un horario fijo permanente al acostarse.
La cama es para descansar
La Fundación Norteamericana del Sueño (NSF, por sus siglas en inglés) recomienda, además de evitar bebidas estimulantes, como la cafeína, refrescos gaseosos y el chocolate, aprender a crear un ambiente que estimule el sueño.
Por ejemplo: es aconsejable dormir en un colchón de buena calidad y en un ambiente fresco, silencioso y oscuro, libre de ruidos y otras distracciones. La cama, dicen los especialistas, debe asociarse psicológicamente a las actividades propias del sueño y del sexo, no para cenar, mirar la televisión, trabajar en la computadora o hacer la tarea escolar.
Horas de sueño…
Limitar la cantidad de sueño o de tiempo en la cama es otro buen consejo. Si existe la dificultad para dormirse, no hay que acostarse sino hasta sentirse cansado y listo para ir a la cama.
Si no se puede conciliar el sueño en 15 minutos, es mejor levantarse y realizar alguna actividad relajante (escuchar música, leer o hacer alguna manualidad, como tejer o bordar) hasta sentirse somnoliento.
La NSF aconseja a las personas que tienen severos problemas para dormir, preparar un diario sobre el sueño con objeto de anotar las sensaciones, los horarios, las principales dificultades y molestias que experimenta. Con toda seguridad, estas anotaciones facilitarán el diagnóstico del insomnio y ayudarán al especialista a planificar el tratamiento.