Pues esa extraña razón se relaciona al hecho de estar pensando en lo que sucederá. Así es, la emoción estimula a imaginar todo lo que puede ocurrir, diferentes escenarios y situaciones.
Estamos concentrados y por ende nos mantenemos despiertos. De hecho, no solo hacemos esto cuando estamos emocionados sino también cuando estamos muy cansados.
Sí, nos mantenemos dando vueltas en la cama pensando que si no dormimos estaremos cansados en el día y no rendiremos bien en nuestras actividades.
Y entre más pensamos menos sueño sentimos. Como afirma BBC, el estrés, la preocupación y la emoción también fomentan la producción de adrenalina e hidrocortisona lo que nos mantienen aún más despiertos.
¿Se podría decir que la solución sería no pensar?