Gracias a las manualidades activamos el cerebro, de modo que podemos evitar el deterioro cognitivo leve a la vez que favorecemos la relajación y la coordinación psicomotriz.
Las manualidades son un pasatiempo muy interesante con las cuales se puede ejercitar el cerebro y una serie de habilidades que son determinantes para las actividades que hacemos cada día.
Está comprobado que son una gran terapia para combatir el estrés y la depresión, ya que aumenta la presencia de las hormonas del bienestar y favorecen la relajación.
Su práctica regular potencia el desarrollo de la psicomotricidad fina, la creatividad e incluso la autoconfianza y la autoestima.
Además, es una forma de salir de la rutina diaria y desenfocarnos de los problemas que nos generan angustia, ansiedad y otras emociones poco saludables.
Ya sea tejer, pintar, dibujar o hacer cualquier otra actividad artística manual, dedicarle algunos minutos al día se considera como un “mantenimiento cerebral”.
Y es que, aunque muchos lo ignoran, el cerebro es el que más se beneficia con las técnicas que se requieren para llevarlas a cabo.
En el espacio que tenemos a continuación queremos destacar sus principales beneficios y los motivos para comenzar a realizarlas.
¿Cuáles son los beneficios de las manualidades para el cerebro?
Hacer manualidades es una terapia relajante que contribuye a mejorar la salud mental, el bienestar y la actividad cerebral.
Quienes lo practican de forma regular reflexionan con más facilidad y aumentan su capacidad creativa e imaginación.
En una encuesta realizada por Betsan Corkhill a 3545 tejedores se pudo concluir que las manualidades y los juegos mentales tienen cualidades beneficiosaspara el desarrollo del cerebro y la salud emocional.
Este tipo de tareas levantan el estado de ánimo, mejoran la comunicación social y contribuyen a fortalecer la confianza.
Esto se debe a que conducen a la relajación y le ponen un desafío al cerebro en el cual tiene que trabajar para resolver de la mejor manera.
En su práctica se agudizan los cinco sentidos y se fortalecen habilidades motrices, sobre todo en las manos.
Según los datos de la encuesta, un 50% de los consultados aseguró que tejer aumentaba su sensación de felicidad y relajación.
Además, la mayoría coincidió en que les ayudaba a disminuir al estrés y aumentaba su capacidad creativa.
El estudio determinó que existe una relación significativa entre la cantidad de veces que se practica la actividad y el estado de ánimo de cada individuo.
Los tejedores que hacen su labor tres o más veces a la semana se sienten más tranquilos, más felices y menos ansiosos que aquellos que lo hacen menos.
Este tipo de labores implica centrar la atención en el desafío puesto y, al mismo tiempo, concentra los pensamientos internos en una sola tarea.
Por otro lado, contribuye a tener más paciencia al momento de desarrollar un proyecto y querer cumplir una meta. El carácter se torna más perseverante yaumenta la seguridad para superar los obstáculos.
En otro estudio, publicado en la revista Neurology, se concluyó que las actividades artísticas pueden disminuir el riesgo de deterioro cognitivo leve.
Los científicos querían saber si era posible prevenir esta condición a medida que se da el proceso de envejecimiento y los resultados fueron sorprendentes.
Los individuos que pintaron, esculpieron, fotografiaron y dibujaron en la mediana y tercera edad tenían 73% menos probabilidades de desarrollar deterioro cognitivo leve en comparación con quienes no lo hicieron.
Los que practicaban manualidades redujeron el riesgo de demencia hasta un 45% frente a quienes no practicaron estas actividades.
Por todo lo citado podemos concluir que, con simples actividades manuales, podemos activar el cerebro y brindarle más protección.
Si bien la salud cerebral depende de muchos otros factores, la práctica regular de estas tareas puede resultar benéfica a largo plazo.
Lo más interesante es que ahora hay mucha facilidad para aprender a realizarlas y los materiales necesarios son económicos o reciclables.
¡Anímate!