Pedro J. Torres: La obesidad puede reducir por lo menos 3 años la expectativa de vida

Es bien sabido desde hace tiempo que la obesidad es un importante factor de riesgo para diversas enfermedades cardiovasculares, metabólicas, accidentes cerebrovasculares, algunas formas de cáncer y complicaciones osteoarticulares, entre otras, que deterioran sensiblemente la calidad de vida y pueden incluso acortar las expectativas de vida en mayor o menor medida, dependiendo de la gravedad del caso.

Un nuevo alerta hecho por los profesionales de la salud que realizaron una específica investigación, es compartido como información relevante por la Fundación Torres-Picón.

Dicho riesgo ha sido confirmado por un extenso y riguroso estudio realizado por la Universidad de Oxford, Inglaterra, basado en el análisis de los datos de casi cuatro millones de adultos no fumadores de treinta y dos países, principalmente de Europa y Norteamérica, publicados entre los años 1970 y 2015, y se estableció una comparación entre el riesgo de muerte y los Índices de Masa Corporal (IMC) de los participantes.

El IMC se obtiene dividiendo el peso en kilos entre la talla en metros, multiplicada por dos. Según la OMS, un IMC de 18,5 a 25 se define como normal, de 25 a 30 implica sobrepeso, de 30 a 35 señala obesidad moderada, mientras que un IMC superior a 35 determina obesidad severa.

Los resultados obtenidos demuestran una clara relación entre el sobrepeso y la obesidad con el riesgo de una muerte prematura, entre otras razones, por el aumento de la incidencia de enfermedades coronarias, de accidentes cerebrovasculares, de cáncer y de enfermedades respiratorias; este riesgo se incrementa en forma proporcional al exceso de peso acumulado.

Richard Peto, uno de los responsables del estudio, aseguró que “las personas con sobrepeso pierden en promedio un año de vida, y aquellas con obesidad moderada pierden tres años”. Un estudio realizado con anterioridad había calculado que la pérdida podría elevarse, incluso, hasta ocho años de vida.

Otro de los hallazgos de la investigación fue que el riesgo de muerte prematura por obesidad es mucho más alto para los hombres que para las mujeres.

“El riesgo de muerte prematura es aproximadamente tres veces más grande para un hombre que engorda que para una mujer que engorda. Los hombres tienden a tener riesgos más altos de muerte prematura en general, y el riesgo empeora cuando se suma obesidad a la ecuación”, señaló Peto.

En Europa y Norteamérica, la obesidad ha pasado a ocupar el segundo lugar como causa de muerte prematura, superada solamente por el tabaquismo; mientras el hábito de fumar provoca cerca de una cuarta parte de todas las muertes prematuras, la obesidad ocasiona actualmente entre un 14% y un 20% de las muertes ocurridas antes de tiempo.

La clave para evitar este riesgo es la prevención, es decir, mantenerse en un peso adecuado; sin embargo, Peto admitió que no se trata simplemente de aconsejar a la gente que baje de peso, porque es evidente que perder unos cuantos kilos, y sobre todo no volver a ganarlos, es una empresa sumamente difícil.

“Sería más fácil recomendar que la gente trate fuertemente de no subir de peso para empezar, particularmente antes de que lleguen a la edad madura”, manifestó.

Esta información, publicada por el Nuevo Herald, además de otros medios especializados y agencias de noticias, revela el dato alarmante de que la obesidad puede reducir en promedio unos 3 años la expectativa de vida, dijo Pedro J. Torres, de la Fundación Torres-Picón, enfocada en prevenir la obesidad infantil.

“Como podemos deducir y concluir, la prevención va de la mano con la deseable e ideal atención al paciente que los profesionales de la salud puedan brindarle de manera multidisciplinaria y conjunta”, puntualizó Torres.

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