Un hombre de Kansas, EE.UU., se ha tatuado en la cabeza el dibujo de una cicatriz como la que le ha quedado a su hijo de ocho años a causa de una operación de cirugía mayor, publican los medios locales. El niño fue operado debido a cáncer y las secuelas externas de la intervención le asustaron.
El niño dijo a su padre, Josh Marshall, que cuando se ve en el espejo "se siente como un monstruo". Para mostrar a su hijo que una cicatriz es algo con lo que se puede vivir feliz, Josh se tatuó en la cabeza una reproducción exacta de la misma.