¿Comer poca sal es tan dañino como comerla en exceso?

Las dietas bajas en sal pueden elevar el riesgo de sufrir alguna enfermedad cardiovascular.

Comer sal en exceso durante años ha sido relacionado al desarrollo de la presión alta y, por ende, a complicaciones como infartos cardíacos y derrames cerebrales.

Pero, una investigación publicada por la revista The Lancet llegó a conclusiones que podrían cambiar esa concepción.

De acuerdo al análisis realizado por el Instituto de Investigación de Salud de la Población de la Universidad de McMaster junto al hospital Hamilton Health Sciences, a 130 mil pacientes de 49 países, las dietas bajas en sal pueden elevar el riesgo de sufrir alguna enfermedad cardiovascular.

Los autores del estudio sugieren que las únicas personas que deben reducir su consumo de sal son aquellos que sufren de hipertensión.

Un reto a la ciencia. El doctor Elmer Huerta se pronunció sobre esta controvertida investigación que -en su opinión- "retaba el sentido común".

"La Asociación norteamericana y británica del corazón y muchas otras han dicho que el estudio está mal hecho y contrapone toda una ciencia hecha durante decenas de años", comentó en el bloque radial Hablemos de Salud de RPP Noticias.

Incluso el galeno cuestionó el método de análisis empleado. "Lo que hicieron es tomar una muestra de orina y por el contenido de sal en esa muestra -que han seguido a personas durante años- han decidido quién moría y quién no...Imagínate que un día vayas a un restaurante y comas más salado de lo normal, pero te toman la muestra de orina al día siguiente de esa comida, todo mal hecho".

Sal, lo justo y necesario. El doctor Huerta afirmó que sí existe una relación directa entre el exceso de sal y las enfermedades del corazón.

"Todas las personas debemos comer sal, porque es necesario, pero la cantidad suficiente para que la comida tenga sabor, es decir, que no sea exageradamente alta. El consumo debe ser más o menos 2300 miligramos de sal al día, que equivale para una comida, unas 2 a 3 cucharaditas", recomendó.

Finalmente, el médico desacreditó la utilidad de un tipo de sal que se vende como bajas en sodio.

"La sal común tiene cloruro de sodio, una que no lo contenga, no es sal".

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