Las personas que sufren de apego excesivo, no disfrutan de las relaciones, se enganchan en exceso y pierden su individualidad satisfactoria.
Hay más porcentaje de mujeres con este problema, aunque también hay hombres que lo sufren exactamente igual que cualquier mujer, con la desventaja de que les suele dar más vergüenza acudir a una consulta psicológica. Sienten que su hombría está en duda, cuando en realidad nada de eso tiene que ver, una autoestima baja puede acarrear este problema, independientemente del sexo de la persona.
Analiza. No solo existe la dependencia emocional en las relaciones de pareja, también se puede dar en amistades, compañeros, familia y personas del entorno. En general, es una situación que puede establecerse en cualquier ámbito.
A continuación, te ofrecemos un listado de situaciones y sentimientos para que evalúes si sufres este problema. Así, una persona con apego enfermizo o que tiene dependencia emocional se caracteriza por:
A cualquiera nos gustaría tener a alguien especial en nuestra vida, lo que diferencia a una persona no dependiente, es que cuando están solo/as pueden tener momentos de melancolía, pero eso no les detiene para seguir disfrutando de otras facetas de su vida. La persona con dependencia emocional necesita al otro para disfrutar.
En cambio la persona dependiente no puede estar sola, se deprime, su autoestima decae y no es capaz de disfrutar de la vida. Ha convertido la relación con el otro en una necesidad para creer sentirse bien…
Una vez que ya has reconocido que tienes un problema y tienes el convencimiento de que quieres eliminar la dependencia emocional de tu vida, haz un listado de cosas que has llegado a hacer por alguien, que a ti te perjudicaban. Debes ser consciente de que una persona dependiente no se fija en su bienestar personal, prefiere contentar a la otra persona para no perderla.
Si quieres cambiar, lo primero que debes hacer es pensar en ti lo primero, que tu bienestar sea lo principal en tu vida.
¿Qué cosas tenía la otra persona que te perjudicaban?, ¿qué has hecho tú por el otro que a ti te hacía daño?, ¿has dejado de lado amistades, familia, actividades, estudios, desarrollo personal, etc..?, ¿te han tratado con el respeto que te mereces?, ¿Has hecho cosas que no están bien para no perderle?, ¿cómo ha sido tu estado emocional?, ¿sientes que has mendigado amor o afecto y has ido muy insistente detrás?
A parte de esta persona, ¿has tenido otras facetas en tu vida donde has disfrutado? Pueden ser aficiones, amistades, etc… ¿has aguantado muchas cosas negativas con tal de no perder a esa persona?
Es importante que hagas consciente el sufrimiento que has tenido por ser una persona dependiente.Piensa en todo lo negativo que te ha traído esa relación, de esta manera reforzarás tus ganas de cambiar y de eliminar la dependencia emocional.
El factor principal de cualquier dependencia es una autoestima baja. Hay muchas opciones para poder reforzarla, desde acudir a un profesional de la psicología hasta hacer biblioterapia. En cualquier biblioteca hay libros muy interesantes sobre la autoestima.
Haz como si tuvieras que estudiar para el colegio, infórmate todo lo que puedas sobre reforzar tu autoestima y lee los libros que te parezcan más interesantes. De todos siempre se saca algo nuevo e instructivo.
“La mayoría de miedos de ser rechazado descansan en el deseo de ser aprobados por otras personas. No bases tu autoestima en sus opiniones”
La vida es más bonita con amor, pero éste llega sanamente cuando uno se siente bien consigo mismo.No podemos tener una relación sana si antes no nos hemos desarrollado como personas.
Cuando uno mismo se ama y no necesita a los demás, es cuando está preparado para querer de una manera sana.
A todos nos gustaría tener una pareja ideal, personas a quien querer, etc… Pero una cosa es“necesitar” y otra muy diferente es “desear”. Cuando necesitas no funciona, porque si uno no se ama a sí mismo, tampoco podrá amar a los demás de una manera madura y sana.
Uno debe aprender a disfrutar de la vida sin pareja. Hay infinidad de cosas que hacer. Desarrolla tus habilidades, labra tu futuro, dedica tiempo a tus aficiones, haz amistades con gente buena, viaja, mira a tu alrededor para disfrutar de las pequeñas cosas, y sobre todo cuídate y ámate como te mereces.