Es fácil caer en el estrés al intentar compatibilizar la vida familiar y la laboral, pero hay que tomarse un segundo para respirar hondo y darse cuenta de que es posible conseguirlo si se incorporan ciertos hábitos y rutinas a nuestro día a día.
Nadie dijo que fuera fácil, pero al menos hay que intentar abrir una nueva puerta que nos lleve a una situación mejor en la que nos sintamos madres seguras de nosotras mismas tanto en casa como fuera de ella.
1.- No te compares con otras madres
No tienes que ser perfecta, solo tienes que hacer lo que tú crees que es mejor. Tendemos a compararnos constantemente con otras personas, y en este caso, con madres que se dedican en exclusiva a la familia, pero no debemos hacerlo y mucho menos pensar que somos peores. Las estadísticas nos dan la razón: investigadores de la Universidad de Macalester –en Minesota, Estados Unidos- revisaron 69 estudios sobre la influencia de la vida laboral de las madres en el comportamiento de sus hijos. Al contrario de lo que parecía al comienzo, resultó que los niños de madres trabajadoras tuvieron mejores notas y sufrieron menos crisis de ansiedad que los niños cuyas madres se dedicaban a su cuidado en exclusiva.
2.- Organízate y prioriza
No intentes abarcar todo en un mismo día, es muy importante que trates de ser organizada. Asignando tareas a cada día te servirá no solo para optimizar tu tiempo sino para sentirte satisfecha cada vez que te taches una nueva actividad de tu lista.
3.- No te preocupes tanto por las tareas domésticas
Algo que tenemos que poner aún más en práctica es que las tareas del hogar son cosa de todos los que lo forman. Divídelas para que todos colaboren y se sientan partícipes en el hogar… cada uno en su medida. La tecnología también te puede hacer más llevaderas esas tareas. La colada es una de las actividades que menos nos gusta y que más tiempo nos ocupa. La lavadora del futuro ya existe y será la aliada perfecta en esta tarea.
4.- Dedícate tiempo a ti
No tiene nada de malo que te des un respiro de vez en cuando y te dediques un tiempo exclusivamente para ti, sin niños, sin pensar en el trabajo e incluso sin tu pareja. Delegar por unas horas te puede dar la bocanada de aire que necesitas para coger fuerzas y seguir con tu vida con más energía que nunca.
5.- Usa la tecnología
Estar en el siglo XXI tiene sus ventajas, y es que es posible objetos que nos hacen la vida más fácil. Existen decenas de aplicaciones para tu Smartphone que te serán muy útiles, desde Baby connect que te permite hacer un seguimiento de las vacunas, comidas y sueño de tu bebé, hasta Baby Susher que se encarga de cantarle y arrullarle por ti, pasando por app’s que te ayudan a gestionar tus gastos como Mint o a crear el menú para toda la semana como Menu Planner.