Ciudad del Vaticano. Aún no sé que es más sorprendente, el hecho de que el papa Francisco le cumpla el deseo a una niña de conocerlo o que la pequeña quiera conocer a el papa y no artista o figura del medio antes de perder la visión.
Lizzy, de 6 años, junta a su padre y pequeña hermana, se ubicó en las primeras filas de la Plaza de San Pedro, allí se dio el encuentro entre el representante de Dios en la tierra y la niña.
Hablar con el papa Francisco y poder abrazarlo era el pedido de Lizzy antes de que pierda la vista.
En el encuentro que fue muy hermoso y emotivo para los presentes, Francisco bendijo los ojos de la pequeña, le acarició el rostro, posteriormente obsequió un rosario a la niña.
El viaje de la niña y su familia se produjo gracias a una compañía aérea de Turquía, quienes ofrecieron cuatros pasajes para ellos.
La pequeña Lizzy quedó encantada por la forma de ser del papa Francisco con los niños, cariñoso y sincero.
lc