Revelan que la aspirina reduce el riesgo de cáncer

Los beneficios asociados a la toma de la famosa aspirina van mucho más allá del alivio de los dolores puntuales, caso de las cefaleas y de la inflamación de las articulaciones.

 La aspirina también nos protege frente a las enfermedades cardiovasculares –el ácido acetilsalicílico es un antiagregante plaquetario, por lo que evita la formación de trombos sanguíneos–, razón por la que muchas personas toman este medicamento a dosis bajas a diario.

Y a ello se suma la prevención de distintos tipos de cáncer.

De hecho, un nuevo estudio dirigido por investigadores del Hospital General de Massachusetts en Boston (EE.UU.) muestra que la aspirina reduce el riesgo total de cáncer, muy especialmente por la disminución significativa del riesgo de desarrollo de cáncer colorrectal y de otros tumores del tracto gastrointestinal.J

Como explica Andrew Chan, director de esta investigación publicada en la revista «JAMA Oncology», «a día de hoy ya podemos recomendar que muchas personas tomen aspirina para reducir su riesgo de cáncer colorrectal, sobre todo en el caso de aquellas personas que ya tienen otras razones para el consumo habitual de este medicamento, caso de la prevención de la enfermedad cardiovascular.

Y es que nuestros resultados indican que el uso de aspirina podría prevenir un número de casos de cáncer colorrectal superior al que se logra con los programas de cribado de este tumor, siendo el beneficio mayor en aquellas situaciones en las que los recursos para este cribado son insuficientes».

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Para llevar a cabo la investigación, los autores analizaron los datos acumulados a lo largo de 32 años en dos grandes estudios epidemiológicos –el Estudio de Salud de las Enfermeras y el Estudio de Seguimiento de Profesionales Sanitarios– llevados a cabo en Estados Unidos con cerca de 136.000 participantes.

Los resultados mostraron que el consumo habitual de aspirina, definido como la toma de una dosis estándar semanal o de dos dosis bajas por semana, se asoció con una reducción del 3% del riesgo de desarrollo de cualquier tipo de cáncer, así como con una disminución del riesgo del 19% en el caso del cáncer colorrectal y del 15% en el de cualquier tumor en el tracto gastrointestinal.

Sin embargo, advierten los autores, «no observamos ninguna reducción en el riesgo de cáncer de mama, de próstata o de pulmón».

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