No limpie tus orejas con hisopos por esta razón

Uno de los hábitos de limpieza más criticado y no recomendado por los especialistas en medicina es la limpieza de los oídos.  Acerca de este tema se han venido utilizando técnicas que lejos de ser beneficiosas para este órgano han creado muchos problemas a tal punto que el famoso hisopo de limpiar los oídos hoy en día está en tela de juicio.

El objetivo principal de la limpieza del oído es retirar la cera que se produce en el conducto auditivo, pero pocas personas saben que esta cera tienen un objetivo bien específico y beneficioso para nuestra audición y protección de todos esos pequeños organismos que conforman el oído medio.

El conducto auditivo está recubierto por folículos pilosos o vellos y glándulas que producen un aceite muy espeso que al ponerse en contacto con el aire se vuelve una cera.  Esos vellos tienen la función de atrapar los microorganismos que intentan entrar y pueden dañar o infectar a los órganos internos o el oído medio.

Este cerumen envuelve a estos organismos y los detiene, pero por esas características debe ser extraído cada cierto tiempo para evitar la descomposición de algún insecto u organismo vivo microscópico y que a la larga puede generar una infección peligrosa en el oído.

Pero existen personas donde esta cera tiene una viscosidad muy gruesa, o sea, es muy espesa y cuando se solidifica crea un tapón y la persona comenzara a perder lentamente la audición en uno o los dos oídos, también es muy frecuente que por esta circunstancia se comiencen a escuchar ruidos en el oído como grillos o el zumbido del mar.

El tratamiento para esta condición se puede realizar fácilmente en casa cuando el problema no se ha convertido en severo.  Los primeros auxilios en este caso es comenzar diariamente a poner de 3 a 5 gotas de aceite para bebe, aceite mineral pero nunca aceites de otro tipo, ni de cocina y mucho menos para maquinaria o carros.  Puede utilizarse de igual manera glicerina, vaselina liquida.  Si después de una semana aplicando estas gotas el cerumen no afloja y es fácil de sacar exclusivamente con una pinza de punta larga y roma, se debe acudir a otro tratamiento.

Al no dar resultado el tratamiento anterior, se puede proceder a poner gotas de agua tibia a una temperatura que la persona soporte muy bien en la superficie de la mano, si allí se soporta el calor del agua esta no dañara el oído.  

Este tratamiento debe hacerse con una jeringa a la que previamente se le ha retirado la aguja hipodérmica que trae, esto debe realizarse por dos o tres veces a la semana y dejar actuar el agua hasta que se sienta que se enfrió, debe repetirse hasta que se logre aflojar el tapón y este saldrá fácilmente solo o con ayuda de una pinza de punta roma.  Se recomienda que se busque ayuda de otra persona para efectuar este tratamiento y siempre asegurarse de sacar toda el agua que entro en el oído volteando la cabeza de ese lado hasta que sienta que salió completamente.

Si todos estos tratamientos caseros no funcionan, lamentablemente usted deberá acudir al otorrino, o médico especialista en del oído.  El evaluará su caso y prescribirá el tratamiento adecuado para su caso.

Y no olvide el oído es un órgano muy delicado, de el depende su relación con el medio ambiente, los hábitos de limpieza deben ser constantes y correctos.  

Nunca, pero nunca introduzca objetos raros en ellos, como llaves, destornilladores, palitos de brochetas y los hisopos déjelos para limpiar única y exclusivamente el lóbulo externo del oído o muy conocido como la oreja.

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