Los riñones son los órganos encargados de eliminar a través de la orina sustancias sobrantes e incluso tóxicas presentes en nuestro organismo. Sin embargo, a causa de la deshidratación, infecciones, obstrucciones o algún trastorno en el riñón, se cristalizan minerales y proteínas de la orina, formando lo que comúnmente conocemos como piedras en los riñones o cálculos renales.
Las piedras en los riñones son consideradas una enfermedad común, ya que según las investigaciones,casi un 10% de la población mundial ha sufrido este problema en algún momento de su vida. Esta enfermedad se puede formar a partir de sales minerales como el oxalato de calcio y/o fosfato, y del ácido úrico.
Teniendo en cuenta su composición, los cálculos renales pueden ser:
Cálculos de oxalato cálcico: son los más comunes y se producen por la acumulación de oxalato y calcio en la orina. Se pueden producir por algún trastorno que afecte el metabolismo del calcio, pero también se ha demostrado que las personas con dietas ricas en proteínas o hidratos de carbonorefinados tiene más riesgo de padecerlos. El tamaño puede variar de pequeño a mediano, desde lo que comúnmente llamamos arenilla hasta que midan 1 ó 2 centímetros.
Cálculos de estruvita: este tipo de cálculos alcanzan un mayor tamaño y se desarrollan por la presencia de ciertas bacterias que producen un tipo especial de enzima llamada ureasa. Se han hallado casos en que llegan a ocupar todo el riñón.
Cálculos de ácido úrico: este tipo de piedras se desarrollan especialmente entre las personas que tienen niveles de ácido úrico elevado en la sangre y/o que sufren de artritis gotosa (“gota”). También pueden ser el producto de una enfermedad o cualquier tratamiento que disminuya el pH de la sangre.
En algunos casos, las piedras en los riñones pueden pasar desapercibidas al no presentar ningún tipo de síntoma, pues en ocasiones las piedras se mantienen sin obstruir el flujo de la orina. En este caso, pueden ser descubiertas a través de una radiografía o tras investigar la causa de una infección urinaria. Sin embargo,casi en todos los casos la persona que los padece presenta síntomas claros como cólicos renoureterales.
Jugo de aloe vera y toronja
Tomar con frecuencia este jugo de aloe y toronja puede ayudar a disolver los cálculos renales.
½ penca de aloe vera (sábila)
1 vaso y medio de jugo de toronja.
Miel (opcional)
¿Cómo prepararlo?
Extraer el gel de aloe vera hasta obtener una buena cantidad. Lavar, pelar y extraer la cantidad mencionada de jugo de toronja. Poner ambos ingredientes en la licuadora y batir por dos minutos para que queden bien integrados.Se le puede agregar un poco de miel para endulzar y se debe beber todos los días.
Jugo especial para eliminar las piedras en los riñones
Este jugo, además de ayudar a eliminar las piedras en los riñones, es muy fácil de preparar y su sabor es delicioso.
1 mango
1 melón
1 durazno amarillo
1 naranja
1 toronja
¿Cómo prepararlo?
Preparar todas las frutas eliminándoles la cáscara y la semilla. Llevar cada una de las frutas al extractor de jugos y pasar a la jarra. Se debe consumir dos veces al día todos los días.
Jugo especial de zanahoria para tratar las piedras en los riñones
Este jugo especial de zanahoria se combina con el poder de otros ingredientes como el ajo, la manzana, el tomillo, el pepino y la naranja, para hacer un poderoso tratamiento contra las piedras en los riñonesy de paso, hacerles una limpieza.
4 zanahorias
2 manzanas orgánicas
2 dientes de ajo
1 pepino
2 cucharadas de tomillo fresco
1 naranja.
¿Cómo prepararlo?
Pasar todos los ingredientes por el extractor de jugos y vierta el jugo en un vaso. Tomar un vaso diario.
Jugo de arándanos
El jugo de arándanos posee propiedades que ayudan a limpiar los riñones y también favorecen la eliminación de las piedras.
1 taza de jugo de arándanos
½ de taza de agua
1 cucharadita de jugo de limón
¿Cómo prepararlo?
Combinar en un vaso todos los ingredientes y beber el jugo todos los días.
Recomendaciones
Además de consumir a diario alguno de los jugos para depurar los riñones, también debes incrementar el consumo de agua, ya que esto aumentará las ganas de orinar y aunque sea un tanto doloroso, incidirá directamente en la desintegración y en la expulsión de las piedras.
Evitar el consumo de proteínas de origen animal y aumentar el consumo de potasio.
Evitar el consumo de alimentos como cacao, espinacas, té negro, pimienta, nueces, ruibarbo, entre otros, ya que son ricos en oxalatos.
