La radioterapia se relaciona con menor riesgo de recurrencia en los pacientes de cirugía para cáncer pancreático, lo que la convierte en una importante adición al tratamiento, al igual que la quimioterapia, descubrió una investigación de Mayo Clinic.
Saber si la radioterapia ayuda a los pacientes después de la cirugía para el cáncer pancreático ha sido una larga interrogante y los resultados plantean que lo es, dice el autor experto del estudio, Dr. Christopher Hallemeier, uno de los oncólogos radioterapeutas del Centro Oncológico de Mayo Clinic. El estudio se publicó en la Revista Internacional de Oncología Radiológica, Biología y Física de la Sociedad Americana para Oncología Radiológica.
Los científicos estudiaron a 458 pacientes sometidos a la cirugía para cáncer pancreático en Mayo Clinic, entre marzo de 1987 y enero de 2011. De todos esos pacientes, 378 recibieron quimioterapia y radioterapia después de la cirugía y 80 solo recibieron quimioterapia después de sus respectivas operaciones.
Ochenta por ciento de quienes recibieron quimioterapia y radioterapia después de la cirugía no presentó recurrencia del cáncer dentro de la zona hacia donde se dirigió la radiación, ni en el lecho tumoral ni en los ganglios linfáticos durante el transcurso de cinco años desde el diagnóstico. Esto se compara frente a 68 por ciento de quienes solamente recibieron quimioterapia después de sus operaciones. Además, el tiempo de supervivencia de los pacientes que recibieron radioterapia también fue mayor.
En los últimos cinco años más o menos, la tendencia ha sido de administrar quimioterapia y radioterapia antes de la cirugía en una cantidad cada vez mayor de pacientes con cáncer pancreático operable, afirma el Dr. Hallemeier. Él y sus colegas planificaron la investigación a fin de estudiar las ventajas de esto, aunque primero deseaban abordar la larga interrogante de si la radiación ayudaba o no después de la cirugía.
“La función de la radioterapia en el cáncer pancreático operable ha sido un tanto controvertida. Algunos estudios han revelado una ventaja, mientras que otros no la han mostrado”, aclara el Dr. Hallemeier. “El gran estudio realizado plantea que añadir radioterapia a la combinación de cirugía y quimioterapia reduce la tasa de recurrencia del cáncer”, acota el médico.
El cáncer de páncreas es la cuarta causa principal de muerte por cáncer y los casos van en aumento. Todos los años se diagnostica cáncer de páncreas en alrededor de 50 000 personas y en la mitad de ellas, el cáncer ya se ha diseminado a otra parte del cuerpo, lo que descarta la cirugía. Tradicionalmente, solo alrededor de 7 por ciento de los pacientes con cáncer pancreático vive más de cinco años a partir del diagnóstico.
Apenas alrededor de 15 por ciento de los pacientes tiene un cáncer confinado al páncreas, lo que los hace aptos para la cirugía de extirpación del tumor. En el 35 por ciento restante, el cáncer abarca vasos sanguíneos vitales fuera del páncreas; en algunos casos, especialmente cuando se administra quimioterapia y radioterapia antes de la cirugía, es posible operar aunque se trate de un procedimiento complejo.
“Ahora no es tan claro el blanco y negro, o sea el decir sí o no a la operación, que tradicionalmente ha sido el primer método para abordar el problema, porque nos damos cuenta que algunos pacientes se ubican en la mitad de la gama y tal vez sean aptos para la cirugía”, apostilla el Dr. Hallemeier.
“Los métodos personalizados para brindar tratamiento antes de la cirugía, como por ejemplo administrar primero quimioterapia para ver la respuesta del tumor, y luego irradiar de forma selectiva creo que permiten personalizar el tratamiento para los pacientes con mayores probabilidades de beneficiarse”. El primer autor del trabajo es el Dr. Kenneth Merrell, residente en oncología radiológica de Mayo Clinic.