Con más de 103 años de edad, un doctor japonés asegura que conoce el secreto para disfrutar de una vida saludable.
Tal vez alguna vez te hayas preguntado por qué ciertas personas aparentan menos edad de la que en realidad tienen.
Esto mismo fue lo que motivó a este doctor a realizar extensos estudios sobre las personas y sus estilos de vida.
Así fue cómo descubrió que “somos el resultado de aquello que comemos”.
A continuación comparte con nosotros 3 grandes verdades sobre la vida saludable y longeva…
La alimentación es lo primordial
Este doctor (que no aparenta sus 103 años sino muchos menos) se levanta todas las mañanas, desayuna un vaso de jugo de frutas con 1 cucharada de aceite de oliva.
En ocasiones cambia este nutritivo desayuno por una taza de leche con lentejas en polvo. Por último suma 1 plátano o banano.
Él afirma que el aceite de oliva protege el corazón, la piel y los órganos.
Las lentejas aportan hierro. Las frutas son ricas fuentes de vitaminas y minerales y la leche aporta la cantidad de calcio.
A la hora del almuerzo se deleita con otro poco de leche de vaca e incorpora 3 panes pequeños.
Al terminar su día cena una fuente de frutas de estación, algo de arroz blanco (aunque asegura que el arroz integral es rica fuente de hierro) y pescado.
En ciertas ocasiones incorpora algo de carnes rojas (2 veces a la semana).
Actuar con amor, facilita las cosas
Esta es otras de las grandes verdades de este doctor.
Él asegura que las personas que están pendientes de su alimentación y duermes más de 8 horas por día, no disfrutan de igual manera que aquellas que deciden encarar el día a día con una sonrisa y una cuota de amor.
“Es indistinto el tipo de actividad laboral/profesional o recreativa que se realice. Es importante sonreír y ser agradecidos por lo que se nos ha dado”.
Nuestro día a día es el resultado de lo que hemos pensado con anterioridad
Por último, asegura que tener pensamientos positivos puede modificar incluso enfermedades terminales.
Algo que generalmente ayuda a personas de cualquier edad es encontrar aquello que aman hacer y ponerlo en práctica. Esto genera una sensación de felicidad, haciendo que el cerebro produzca y libere mayor cantidad de endorfinas (hormonas encargadas del placer y la felicidad).