Los beneficios de la actividad física frecuente no sólo se reflejan en el espejo, sino también en la salud y la calidad de vida de las personas.
El movimiento del cuerpo estimula la función sanguínea y una serie de funciones del organismo como la respiración y el ritmo cardiaco, beneficia los procesos metabólicos para controlar los niveles de azúcar en la sangre, reduce la acumulación de tejido adiposo y mejora el desempeño de articulaciones, músculos y huesos.
De acuerdo con el médico deportivo Ricardo Javornik, embajador de la cadena fitness Gold’s Gym, el ejercicio tiene un efecto preventivo y también terapéutico en las afecciones más comunes en la actualidad, como son la diabetes, la obesidad y la hipertensión, condiciones que pueden desencadenar otros problemas de salud.
El documento Estadísticas Sanitarias Mundiales de la Organización Mundial de la Salud, publicado en 2014, indica que en Venezuela 30% de la población mayor a 20 años de edad tiene obesidad, la cifra más alta entre los países suramericanos. La Federación Internacional de Diabetes en su registro del año pasado incluye a 1.25 millones de venezolanos con diabetes y calcula que más de 350 mil personas no están diagnosticadas. Ambos organismos señalan que la obesidad y la diabetes pueden ser evitadas y tratadas con un estilo de vida activo y saludable.
Reacción en cadena
No hay que temerle al aumento del ritmo cardíaco y respiratorio cuando se hace una actividad física. El sistema que incluye corazón, arterias, venas y pulmones es el encargado de llevar oxígeno y sustratos energéticos a los músculos, a través de la sangre. “El ejercicio mejora la eficiencia del corazón, es decir, utiliza menos oxígeno para funcionar, bombea mucho más sangre y da más oxigeno hacia las otros órganos del cuerpo. Además disminuye los triglicéridos (el mayor tipo de grasa) y mejora el colesterol”, explicó el doctor Javornik.
La actividad física impacta también el nivel de azúcar en la sangre de dos maneras fundamentales: por una parte, favorece el consumo de glucosa por el músculo; por otra, es la única medida no farmacológica capaz de reducir la resistencia del músculo a la acción de la insulina.
Simultáneamente, el ejercicio representa uno de los principales factores en el mantenimiento de la reducción de peso a través del proceso del gasto de calorías. El cuerpo humano obtiene energía de los alimentos (medida como kilocaloría), la cual mantiene las funciones vitales. Pero no todas las kilocalorías se gastan inmediatamente, el cuerpo naturalmente almacena un poco de ellas en forma de grasa.
En algunas personas el aumento de peso se debe al exceso en el consumo de kilocalorías. Como lo aseguró Javornik, lo bueno del ejercicio constante es que consume las kilocalorías en el momento de la acción y estimula al cuerpo a que continué con el proceso, incluso en reposo.
La actividad física es beneficiosa en ambos sexos en todos los grupos de edad, siempre y cuando ésta sea practicada regularmente, aseguró Javornik. Sin embargo, la rutina de entrenamiento, su intensidad y duración debe ajustarse a las características de cada persona, con el propósito de evitar daños. Por ejemplo: es ideal en una persona con sobrepeso que los ejercicios iniciales sean de poca carga de peso, para evitar lesiones en articulaciones.
“Para mantenerse sano, el criterio general es que se requieren 30 minutos o una hora diaria de actividad moderada, tres a cuatro veces a la semana. Si va en aumento la duración, se va mejorando y se tienen menores riesgos para la salud”, sostuvo el médico deportivo.
En tal sentido, el galeno destacó el rol de la cadena fitness Gold’s Gym, que está presente en nuestro país desde el año 2007 “Su misión es la promoción de una vida saludable por medio de hábitos beneficiosos como son la actividad física frecuente y una nutrición balanceada. La asesoría y programas de entrenamiento son adecuados a personas de cualquier edad, con el fin, de generar cambios internos y externos que le permitan disfrutar de mayor energía, alegría y bienestar”