Los médicos han hallado el medio de tratar las infecciones intestinales con cápsulas fecales, un medio menos desagradable que los trasplantes fecales. Investigadores canadienses pusieron a prueba este método en 27 pacientes y los curaron a todos después que fallaron los antibióticos poderosos.
Medio millón de personas en Estados Unidos padecen infecciones llamadas Clostridium difficile, o C-diff, cada año, de los que mueren 14.000. El germen causa náusea, calambres y diarrea a veces discapacitantes. Un antibiótico muy potente y costoso puede matar el C-diff pero también puede destruir bacterias intestinales, lo que deja al paciente más vulnerable a infecciones futuras.
Recientemente, los estudios han revelado que los trasplantes fecales —introducir a los pacientes infectados materia fecal de un donante sano— puede restablecer el equilibrio. Pero se administra por medio de procedimientos costosos e invasivos como colonoscopias o tubos en la garganta. Los médicos han tratado de hacerlo también por medio de enemas, pero este tratamiento no siempre da resultado.
Incluso hay videos en YouTube que indican cómo autotratarse mediante enemas. Un estudio en una revista médica sobre un número reducido de casos de gente que se ha autotratado sugiere que el método es seguro y efectivo.
El doctor Thomas Louie, un especialista en enfermedades infecciosas en la Universidad de Calgary, diseñó un método mejor: un tratamiento adaptado a cada paciente.
La materia fecal, por lo general de un familiar, es procesada en el laboratorio para extraer alimentos y la bacteria. Se la rodea con una triple capa de gel para que no se disuelva antes de llegar a los intestinos.
Días antes de comenzar el tratamiento, los pacientes reciben un antibiótico para matar el C-diff. En la mañana del tratamiento reciben un enema para que "la nueva bacteria penetre en un depósito limpio", explicó Louie.
Se necesitan de 24 a 36 cápsulas para acomodar la bacteria necesaria en un tratamiento y son administradas en una sola sesión.
El especialista enumeró 27 pacientes tratados con este método el jueves en la conferencia IDWeek en San Francisco. Todos habían padecido al menos cuatro infecciones de C-diff y recaídas, pero ninguno tuvo recurrencia después de consumir las cápsulas fecales.
Margaret Corbin, de 69 años, una asistente de enfermería de Calgary, dijo que padeció durante dos años. "Era horrible. Pensé que me moría. No podia comer. Cada vez que comía algo o que bebía agua iba al baño", recordó. "Nunca salía de casa".
Con su hija como donante, consumió cápsulas elaboradas por Louie hace dos años "y he estado perfectamente desde entonces", dijo la mujer.
El doctor Curtis Donskey, del Centro Médico de Veteranos, en Cleveland, que ha practicado trasplantes fecales por medio de colonoscopias, elogió el trabajo.
"El enfoque del doctor Louie es completamente novedoso; nadie más lo ha hecho", dijo. "Tengo la esperanza de que este tipo de preparación les facilite enormemente estos procedimientos a los pacientes y para los médicos".