A veces decirle a una persona que está más delgada o más bonita que otro día puede ser interpretado de mala manera por otros
Un consejo que quizá has escuchado en el pasado, más no le has hecho caso “antes de hablar, piensa lo que quieres decir”.
Muchas veces damos nuestra opinión sobre alguien o algo y no pensamos que esto puede ser malinterpretado o generar la siguiente interrogante en el interlocutor: ¿En qué sentido me lo dices?
A continuación algunos ejemplos que te pueden ser útiles para que siempre pienses si lo que dices, es lo que realmente querías expresar:
Si tú a tu hija/amiga/conocida, que está gorda, cuando te comenta que la insultan llamándola gorda, le dices "tú no estás gorda", estás cayendo en la trampa de considerar gorda como algo negativo.
También sirve para flaca, OJO, con comentarios tipo "tú no das asco porque estás flaca pero tienes curvas, no eres un palo", ser "un palo" no es negativo tampoco. Esto se amplia a muchos campos, no solo al peso. Veamos algunos ejemplos:
Leer es sexy. Hombre, parafilias hay infinitas pero me cuesta imaginar que alguien se masturbe con la imagen de otro alguien leyendo. Otra cosa es que el libro sea un atrezzo que acompaña a una imagen provocativa.
De joven era guapa. La belleza va por otro carril diferente al de la edad. Fin.
Las mujeres de verdad tienen curvas. Acabemos con la dicotomía tan peligrosa de mujeres buenas vs mujeres malas por favor. Hay mujeres cada una con su personalidad y carácter, sus virtudes y sus defectos en donde el físico ni es virtud, ni es defecto, es geometría.
De bueno es tonto. Ser buena persona no tiene nada que ver con ser confiado. Ser buena persona tiene que ver con los valores y con el respeto, no con decir a todo sí.
Qué guapa es tu hija, enhorabuena. Enhorabuena buena por qué exactamente, ¿Por la combinación de mi cadena de ADN con la de mi pareja? Estamos dentro de un capítulo de Érase una vez el cuerpo humano o qué.
Pero cuánto has adelgazado, estás guapísima. Si la edad va por un carril diferente al de la belleza, el peso, más. Además al dar tu opinión y valoración sin ser pedida, aún siendo para ti un halago, puede que estés fomentando una enfermedad porque desconoces cómo ha adelgazado e igual se provoca el vómito, se infla a laxantes o se mata en el gimnasio o de hambre, cosa que evidentemente tú desconoces, por eso mejor guárdate tu opinión/valoración. Fácil.
Gracias a Dios no te han quedado secuelas/muerto. Bueno, no voy a cuestionar su existencia pero vamos, estaría genial que reconocieras mi esfuerzo real y la del personal sanitario antes que una supuesta ayuda divina.
Si no te cuesta nada. ¿Nada? ¿Mi tiempo, esfuerzo e implicación te parece nada? Acabáramos.
Sálvame es más inteligente y revolucionario de lo que muchos creen. A ver, Sálvame ni es inteligente, ni es revolucionario, es un programa de entretenimiento cuya finalidad no es educar. La inteligencia es la facultad de la mente que permite aprender, entender, razonar, tomar decisiones y formarse una idea determinada de la realidad. Revolución es un cambio brusco en el ámbito social, económico o moral de una sociedad. No voy a entrar en su valoración, me voy a ceñir solo a las definiciones.
Evidentemente un programa no tiene mente pero admitamos que sería la mente de los que lo forman, aunque la palabra clave para mí sería realidad. Si tu realidad se compone de la vida de famosos, famosetes y/o famosillos, supongo que entonces sí podrás aprender, entender, razonar, tomar decisiones y formarte una idea propia.
Social, económico y moralmente no ha cambiado nada y menos bruscamente. Joder que estamos hablando de un programa de Tele 5 que lleva desde los 90's arraigando el patriarcado con las mamachicho, mises reconvertidas a presentadoras acompañantes de el presentador truhán, de Goles son amores, de Gil en una bañera rodeado de mujeres exuberantes, actitud díscola y complaciente presentando un programa, de Contacto con tacto, de Hotel Glam y un largo etcétera. Sálvame ni es inteligente ni es revolucionario y oye, ni lo tiene por qué ser.