Si quieres tener un corazón sano, sigue estos consejos

En pocos días, el martes 29, se celebrará una vez más el Día Mundial del Corazón, una buena oportunidad para repensar nuestros hábitos cotidianos y la necesidad de crear entornos beneficiosos para él. ¿Vives y trabajas en un entorno saludable?

¿Qué quiere decir esto? Sencillamente, se trata de detenernos y observar nuestros espacios. Ver si los lugares en donde vivimos, trabajamos y desarrollamos nuestro día a día, aumentan de alguna manera el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares; y, en consecuencia, generar lugares que favorezcan y faciliten la adquisición de hábitos y estilos de vida más saludables.

Generalmente, se responsabiliza a la propia persona ante la presencia de alguna enfermedad cardiovascular, porque no cuida su salud, porque fuma, come de manera inadecuada o lleva una vida sedentaria. Pero no tenemos en cuenta que, como adultos y niños, nos encontramos rodeados de entornos desfavorables, muchos de ellos impuestos, con falta de acceso a los espacios verdes; escasas propuestas saludables en las escuelas; exhibiciones abrumadoras de consumo de cigarrillo, alcohol y comida rica en grasas y sodio; exposición al humo de cigarrillo ajeno en los parques, los autos y en los lugares de trabajo, entre tantísimos ejemplos.

Desde la Fundación Cardiológica Argentina te sugerimos estas medidas que contribuyen a que tengamos espacios más saludables:

-Procuremos tener al alcance una variada opción de alimentos, disminuyendo el consumo de comida envasada (rica en azúcar, grasa y sodio) y sumando frutas y verduras.

-También podemos preparar en casa las viandas escolares para que los chicos no compren en el quiosco del colegio productos poco nutritivos.

-Dejemos el cigarrillo; va a mejorar tu salud y también la de tus hijos. Convertite en un modelo positivo para los más chicos. Y, si fumamos, evitemos hacerlo en tu casa.

-Llevemos una vida activa, dejando de lado un poco la tele para organizar más actividades al aire libre: caminatas, bici o simplemente jugar en el jardín o en la plaza.

-También podemos visitar al médico para que, como rutina, pueda medir nuestra presión arterial, niveles de colesterol y glucosa, peso y masa corporal.

¿Qué más podemos hacer? Por ejemplo, proponer en nuestra comunidad cambios en los lugares que compartimos socialmente, sugiriendo aumentar la calidad y frecuencia de la educación física en las escuelas y guarderías; la creación y mantenimiento de barrios seguros para la actividad física; y estimulando el control en escuelas, lugares de trabajo, hospitales y clínicas para que las propuestas de alimentos sanos, nutritivos y variados sea accesible. El cambio está en nosotros.

Fuente: Rumbos Digital

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