Las 8 formas de facilitar la digestión

Son muchas las razones que pueden ralentizar el proceso digestivo, disminuyendo la capacidad del cuerpo para absorber los nutrientes y eliminar los desechos.

Pero, independientemente de ello, es muy importante prestarle la suficiente atención al problema antes de que desencadene en otros trastornos más graves. Vamos a compartir las 8 formas más efectivas para mejorar este proceso y restablecer el funcionamiento general del sistema gastrointestinal.

La digestión es un proceso vital para nuestra vida y cualquier alteración en la misma puede derivar en una gran cantidad de trastornos en la salud.

En la actualidad muchas de las enfermedades que se diagnostican a diario tienen algo que ver con problemas en la digestión o las llamadas digestiones pesadas.

Estas generan metabolitos que provocan intoxicación en todo el organismo, grasa en mal estado y ácidos que van a parar a los sistemas principales del cuerpo e impiden su funcionamiento óptimo.

1. Comer en un lugar tranquilo

A día de hoy el lugar para comer ha cambiado, pues muchas personas han perdido la buena costumbre de alimentarse en el comedor por ir a otro lugar de la casa a ver televisión o estar cerca del computador.

Distraerse mientras se ingieren los alimentos o someterse a otros tipos de tensión emocional puede ralentizar el funcionamiento digestivo.

2. Llevar una dieta equilibrada

La adopción de una dieta equilibrada le debe proporcionar al organismo todos los nutrientes esenciales en su justa medida y de la manera adecuada.

Ingerir todo tipo de alimentos en una misma comida puede ser un error, ya que se sobrecarga el cuerpo en tareas y el organismo se ve obligado a fabricar más enzimas para digerirlos.

3. Masticar bien los alimentos

No tomarse el tiempo suficiente para masticar y deglutir los alimentos de forma correcta es uno de los errores más comunes y dañinos que se tienen contra el sistema digestivo.

Cuando un alimento no está bien masticado, el estómago tiene que trabajar más del doble para poder digerirlo y eliminar aquello que no necesita.

4. Evitar beber y comer al mismo tiempo

Beber y comer al mismo tiempo no es una buena opción si se desea tener un buen proceso de digestión. Al hacer esto ocurren dos dificultades en el estómago que pueden impedir su buen funcionamiento:

Por un lado, al llenarse de tanto líquido puede provocar sensación de llenura cuando apenas se está empezando a comer.
Por el otro, entorpece la asimilación de los alimentos sólidos, lo que lo sobrecarga en tareas y ralentiza su función.

Todo el proceso de digestión requiere de ciertas cantidades de agua o líquido para poder realizar la mezcla correcta de los alimentos, y de este modo estimular su eliminación.

Estar deshidratados hace que las heces sean más compactas, lo que dificulta su excreción y da lugar al estreñimiento.

6. Regular el horario de las comidas

Pasar mucho tiempo en ayunas para después ingerir gran cantidad de alimentos puede provocar irritación y problemas en la digestión.

Esto se debe a que en el tiempo que el estómago pasa vacío hay mayor segregación de fluidos que provocan acidez e inflamación.

Para evitar eso y, de paso, activar el metabolismo, se recomienda comer pequeños platillos o refrigerios cada 5 horas.

Además, se deben respetar los horarios habituales de alimentación que se deben distribuir en 3 comidas principales durante el día (mañana, mediodía y tarde-noche).

Este nutriente esencial se encuentra de forma natural en una gran cantidad de alimentos y lo ideal es consumirlo todos los días para que el aparato digestivo trabaje de forma óptima y los intestinos mantengan su movimiento normal.

Entre los alimentos ricos en fibra cabe destacar:

Lechuga.
Acelga.
Zanahorias crudas.
Espinaca.
Remolacha.
Brócoli.
Calabaza.
Manzanas.
Bananas.
Papaya.
Melocotones.
Mandarinas.
Ciruelas.
Avena.
Cereales integrales.

8. Tomar infusión de manzanilla e hinojo

Por sus propiedades antiinflamatorias, la infusión de manzanilla es ideal para mejorar la digestión de forma natural y de paso combatir esa molesta inflamación en el vientre.

Por su parte, el hinojo resulta apropiado para prevenir y tratar los gases o flatulencias.

1 taza de agua (250 ml)
1 cucharadita de hinojo (5 g)
1 cucharadita de manzanilla (5 g)

¿Cómo prepararla?

Poner a hervir la taza de agua y cuando llegue a ebullición, agregarle la cucharadita de hinojo y la de manzanilla, y dejar que se realice la decocción durante 3 minutos adicionales.
Pasado el tiempo recomendado se retira del fuego, se deja reposar, se cuela y se bebe después de ingerir comidas copiosas o ante los primeros síntomas de indigestión.

Fuente: Mejor con salud

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