Ante la presencia de cálculos renales, las intervenciones quirúrgicas hoy solo se realizan en pocas ocasiones, dado que las técnicas modernas con la aplicación de láser, ultrasonido y ondas de choque, dan excelentes resultados en la desaparición de cálculos.
La evolución de los tratamientos para la eliminación de cálculos renales ha sido uno de los temas del último Congreso de la Asociación Europea de Urología, realizado la semana pasada en Viena, Austria.
Causas de la formación de cálculos renales
Cada vez con más frecuencia se observan casos en personas jóvenes, de entre 20 y 40 años de edad. Probablemente las causas se encuentren en una mayor difusión de una alimentación rica en proteínas, bebidas gaseosas acidificantes con ácido fosfórico y una pobre ingestión de frutas y verduras que hace más ácida la orina.
Estos son los principales factores que favorecen una relación peligrosa entre ácido oxálico y fosfórico y el calcio, con formación de cristales insolubles en la orina.
Las causas de la formación de cálculos pueden deberse a una cuestión hereditaria o a una alimentación desequilibrada; esto no quiere decir que todas las personas que no lleven una dieta equilibrada, van a desarrollar cálculos; existe una propensión natural de algunas personas a formarlos.
El mito del calcio en la dieta
El calcio favorece la formación de cálculos, sea cuando se toma en exceso como cuando es insuficiente. Una alimentación rica en lácteos aporta una cantidad de calcio que en la orina induce a la formación de oxalato de calcio. Al contrario, si se consume poco calcio, el ácido oxálico presente en los alimentos vegetales no tiene modo de transformarse en oxalato, porque al ser insolubles no entran en el circuito y son eliminados por el intestino.
Lugares en donde se alojan los cálculos
Riñones: si los cálculos renales quedan alojados dentro del riñón, no producen dolor; pero con el tiempo se puede alterar la función renal.
Uréter: en el recorrido de salida, los cálculos pueden detenerse en el uréter, obstaculizando las vías urinarias y provocando un cólico renal.
Vejiga: los cálculos que llegan hasta la vejiga, generalmente son despedidos espontáneamente.
Cólicos renales
Son intensos dolores que inicialmente se tratan con antiinflamatorios y, llegado el caso, morfina. Una vez detectado el tipo de cálculo, se establece la terapia médica y se realiza una modificación en la dieta, con el objetivo de favorecer la expulsión del cálculo. De no ser posible la expulsión natural, se pueden realizar diversos tratamientos.
Tratamientos para la eliminación de los cálculos renales
Endoscopía
Es indicada cuando la litotricia (pulverización del cálculo) no ha sido suficiente.
El tratamiento endoscópico consiste en la introducción de una sonda en la uretra hasta donde está localizado el cálculo, el cual puede ser fragmentado con ultrasonido o rayo láser. Si así no es posible su eliminación, se extrae con unos pequeños instrumentos en forma de cesta.
Laparoscopía
Es indicada para la remoción de cálculos voluminosos alojados en el riñón.
Con anestesia general, se hace un orificio de 2 cm por donde es introducido el nefroscopio, que mediante rayos láser, ultrasonido o litotricia electrohidráulica, fragmenta el cálculo.
Es un tratamiento no invasivo. Se utiliza un instrumento que puede pulverizar el cálculo desde el exterior, ya sea que esté alojado en el riñón como en el conducto urinario.
Una nueva orientación de la medicina, considera que los cálculos renales pueden ser síntomas de algún problema metabólico u otras patologías. ç
El problema radica en que el paciente, interpreta el cálculo como una cosa pasajera y que una vez resuelto el inconveniente, no puede repetirse. Al contrario, los controles deben hacerse en forma periódica, ya que determinado tipo de cálculos tienden a reaparecen.