El consumo frecuente de estos alimentos se asocia directamente a problemas de salud crónicos de riesgo como cardiopatías isquémicas, hipertensión, diabetes tipo II y, obesidad.
El término "Calorías vacías" alude a aquellos alimentos con un alto contenido calórico y bajo nutricional, los cuales se caracterizan por tener un porcentaje elevado de azúcares simples, sodio, grasas saturadas y numerosos aditivos alimentarios, como el glutamato monosódico (potenciador del sabor) y la tartracina (colorante alimentario), que estimulan el apetito y sed, provocando un efecto adictivo en el organismo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades cardiovasculares son las responsables del 30% de las muertes a nivel mundial.
La "Comida chatarra" tiene su origen en la industrialización alimentaria y en el nacimiento de las grandes cadenas de "fast food" que, priorizan sus intereses económicos al valor nutricional de las preparaciones que comercializan.
La comida rápida es reflejo de una economía que se basa en una sociedad consumista: fácil elaboración y conservación, su precio es relativamente bajo, están al alcance de todos y de manera masiva, con una amplia publicidad que bombardea y engaña a la población.
Poco a poco, pero a paso firme está apareciendo el concepto de "slow food", que no es más que un "volver a las raíces", a la alimentación natural, para conectarnos nuevamente con los alimentos, acompañando cada proceso necesario para poder nutrirnos. Solo necesitamos ganas, y una mínima organización previa.
Acá encontrarás algunos tips para que puedas iniciar un cambio de hábitos alimenticios y poder reemplazar aquellos alimentos con calorías vacías que no hacen más que empobrecer nuestra nutrición atentando a nuestra salud:
* Enlatados: Las frutas, hortalizas y legumbres envasadas, procesadas y enlatadas, pierden fibra y nutrientes esenciales. Además, los conservantes y aditivos adicionados entorpecen la absorción de ciertos nutrientes como el hierro (por ejemplo, el EDTA es un conservante que inhibe la absorción del hierro hemínico a nivel intestinal). En caso de los enlatados de frutas se utilizan grandes cantidades de azúcar para preservarlas, como es el caso de las frutas en almíbar. Las legumbres y hortalizas enlatadas llevan grandes cantidades de sodio. En caso de necesitar comprar frutas en gran cantidad, podés freezar las que no vas a consumir pronto para que no se echen a perder. Para las legumbres, comprar al natural y ponerlas en remojo entre unas 8 a 12 hs previa cocción (el tiempo depende de la fibra de cada legumbre).
* Gaseosas: Un vaso mediano de estas contiene 25g de azúcar, lo que equivale a dos sobres y medio. Sus versiones light no pasan a ser saludables, se asocian a riesgo de diabetes y muchos de los edulcorantes que se utilizan para estas han sido sumamente cuestionados. La mejor opción siempre es el agua, o algún jugo natural, que te aportará nutrientes esenciales y otorgará mayor saciedad.
* Galletitas: Son ricas en grasas saturadas, azúcares simples y contienen una elevada cantidad de sodio. Las podés reemplazar por pan integral casero, cereales integrales para el desayuno como avena o copos de maíz sin azúcar agregada, frutas deshidratadas como pasas de uva o dátiles, frutas secas como nueces y almendras, o frescas como la banana que es una de la más alta en carbohidratos y de digestión más lenta, ideal para cuando necesitamos un touch de energía.
* Frituras: Las frituras a nivel industrial son otro enemigo de la salud, ya que incorporan una gran cantidad de grasas, debido principalmente a la reutilización masiva del aceite. Para disminuir el contenido calórico de tus preparaciones cociná las verduras en trozos grandes al vapor, al horno o por hervido.
Ahora que conoces las calorías vacías y sus consecuencias, ¿qué vas a comer?
Fuente: Rumbos Digital